Siéntate bien, que esto por lo que vamos a pasar es un viaje movidito por la vida de nuestra Fani Carbajo. Porque por primera vez se ha sincerado como nunca en su canal de Mtmad, desvelando episodios de su vida que verdaderamente ponen los pelos de punta, y que hasta entonces no había contado en público.
Una infancia dura: madre drogadicta, padre alcohólico y hermanas separadas
Hablando directa a cámara, se propone no dejar ningún recoveco de su vida en la sombra. Y comienza haciendo el repaso desde su infancia. Pasó por una niñez difícil: "Cuando yo era pequeña mi madre entró en el mundo de las drogas y ello conllevó a que a mis hermanas y a mí, que yo soy la mayor, nos separaran".
Cada una se fue a vivir con un familiar diferente, por lo que no se criaron juntas y, por tanto, "no nos conocemos prácticamente", asegura. "Ni siquiera sé cómo se llama la hija de mi hermana pequeña. Me enteré por redes sociales que iba a ser tía", añade.
De sus otras dos hermanas, una de ellas "siempre ha sido muy mala conmigo". Pero, aun así, no puede evitar sentir "envidia" de ella porque "ha tenido una vida muy buena" gracias a la estabilidad que le aportaba su tía, con quien se fue a vivir.
Fani, por el contrario, se quedó con su padre, "que en aquel entonces era alcohólico".
Niña rebelde, sin querer hacer caso a nadie, creyéndose "dueña del mundo"... "Era así porque nunca tuve eso que realmente necesitaba, que se llama educación", reconoce.
En cambio, asegura que su tía Raquel ha sido la única que la ha querido. "A la que yo siempre he adorado, he amado y he querido... Y la que al final me traicionó en un plató de televisión diciendo que yo había sido prostituta", añade con el corazón encogido.
A pesar de aquellas palabras, la perdonó. Su tía le pidió perdón y reconoció que hizo aquellas declaraciones dejándose llevar por la rabia que sentía por el hecho de que fuera otra tía de Fani la que estuviera defendiéndola en los platós de televisión y no ella.
Sus dos días enfrentadas: Raquel (dcha) y Maite (izq)
El duro final de su madre
En cuanto a su padre, asegura que ya está curado. Pero la historia de su madre no tiene escrito un final feliz.
Cuenta cómo en enero de 2019, pocos meses antes de hacer el casting de 'La Isla de las Tentaciones' y acabar entrando en el programa junto a Christofer, su hermana puso una denuncia de desaparición por su madre.
"Me llama la policía para decirme que habían encontrado el cuerpo de mi madre abandonado en un edificio".
Imagen: GTRES
A pesar de su drogodependencia, y de sus entradas y salidas en la cárcel, siempre, en mayor o menor medida, había estado en contacto con ellas. Ahora no sabían nada.
"Me llama a mí por teléfono la policía para decirme que habían encontrado el cuerpo de mi madre abandonado en un edificio", cuenta entre lágrimas. "Ese día para mí fue tan duro".
El maltrato físico que recibió por parte del padre de su hijo
Tras su primer novio, conoció al padre biológico de su hijo Emilio. Ella tenía 23 años, él 21. La relación se acabó convirtiendo en una "obsesión tóxica".
"Me quedé embarazada al mes" de empezar la relación, afirma. En aquel momento él le intentó convencerla para que abortase, pero ella tenía claro que quería seguir adelante porque necesitaba "que alguien me diga 'te amo' de verdad".
Instagram | Christofer y Emilio, el hijo de Fani.
A raíz de aquello se fueron a vivir juntos. Y ahí comenzó el infierno: "El maltrato, los insultos, los engaños..." Aquello llevó a denuncias, órdenes de alejamiento, perdones y reconciliaciones. Pero era tal el averno en el que vivía que llegó a sufrir verdaderas pesadillas: "Me dio una patada en la tripa estando embarazada", confiesa.
Después de dar a luz, el padre estuvo viendo a su hijo, pero a día de hoy "ni le ve, ni le llama", al igual que tampoco le ayuda en ningún aspecto económico. "Desde hace 8 años tiene a su padre, que es Christofer", zanja Fani.
Instagram
Porque detrás de ella, de la Fani, de la que recorre los platós con la sonrisa en la boca y cuyo nombre gritamos desde los balcones, está la otra ella: Estefanía Carbajo. La que sufrió, la que amó, la que recibió golpes y hostias y la que, a lo largo de sus 36 años, ha aprendido a cuidarse solita.