Fue a principios del mes de mayo cuando se hizo pública la puesta de patitas en la calle de Diego Arrabal por parte de Mediaset. El tertuliano no creyó ni una mijita la versión de Rocío Carrasco sobre la supuesta llamada de esta a nuestra reportera madrugadora favorita, Marta Riesco, y se dedicó a ponerla a caldo desde su canal youtubero. Tener una opinión distinta a las mentes pensantes de 'Telecinco' tiene sus consecuencias y, según algunos medios como 'La Razón', este fue motivo suficiente para mandar a Dieguito derecho a la cola del INEM.
Ahora que el fotógrafo venenoso tiene más tiempo libre para explorar nuevos horizontes como apuntarse a clases spinning o inscribirse en un intensivo de chino mandarino, ha decidido publicar un vídeo largando toda la verdad sobre su hasta luego Mari Carmen a su sillón naranja chillón de 'Viva la vida': "La versión oficial que les molestan mis comentarios en mi canal de Youtube. Tendré que creerla", ha expresado el colaborador, alegando que tiene cierta 'duditis' sobre la razón que lo llevó al paro.
Arrabal ha señalado con el dedito acusador a los nombres de Óscar Cornejo y Adrián Madrid, directores máximos de 'La Fábrica de la Tele', como los responsables de su despido: "Llevaba cinco años en el programa, dejé allí muy buenos amigos. De hecho, muchos me han llamado constantemente para darme ánimos, pero contra las decisiones que vienen desde arriba no se puede hacer nada".
Si hay algo que inquieta, atormenta y perturba al segundo calvo más popular de la televisión, es el futuro de su family ya que ha perdido una importante fuente de pasta gansa: "Enhorabuena por haber jodido a mi familia y a un padre, por dejarme sin trabajo por el único hecho de ser crítico, porque yo también tengo opinión como todos. Me han echado claramente a la calle. Hay que vivir y sacar a mi familia adelante. Nos alimentarnos de algo".
Por otro lado, Diego ha destapado que sus últimos meses en la cadena estuvieron cargaditos de tensión y todo motivado por su negativa a bailarle el agua a los de arriba: "Yo podía llegar, sentarme y callarme, pero no soy así. Me habré equivocado en eso. A lo mejor, si el viento giraba a la derecha, tendría que haber girado a la derecha, normal", ha sentenciado