Si algo nos queda claro es que Mercedes Milá es una tipa dura. Y no únicamente de personalidad, sino también de cabeza. Físicamente. Porque ella lo mismo se abre la calabaza de un golpe y ahí está, tan normal, tan dicharachera como siempre, mientras tiene en el cráneo una raja que por poco no se le sale el cerebro.
Vale, quizás es ser demasiado exagerado, pero es que nosotros somos muy aprensivos con estas cosas. Y si tú también, ten cuidadito, igual no te conviene bajar mucho en este artículo, que puedes encontrarte alguna imagen desagradable y acabar echando la pota... Y no estaría bonito. Quedas avisado.
El caso es que la Milá ha aparecido por su Instagram, tan normal, para explicar que "tuve un 'pequeño incidente' con la bici". Y lo de pequeño es por decir algo: "Me hice un buen tajo en la cabeza, pero estoy bien. El médico me cosió", continúa explicando.
Y no, no hace falta que te lo imagines, porque hay fotografías del momento en el que el cirujano está viviendo su propio 'El tiempo entre costuras'. Efectivamente, nuestra Mercedes quiso que se grabasen una serie de vídeos mientras le echaban puntos, "pensando que a lo mejor podía ser importante ponerlo en @lametazo". Importantísimo. Vamos, que sin esto no podríamos vivir... Ejém, ejém. Si eres de mareo fácil, no des al play.
Ay, amiga, que todo esto pasó por querer adelantarnos: "Cometí un error, que fue quitarme el casco justo unos pasos antes de llegar a donde iba. Las puertas de esa casa se abrió, salió un perro lobo enloquecido y se tiró contra mi bici. Me tiró al suelo y me di con la cabeza en una piedra", explica. "No me dejan moverme mucho, pero estoy bien".
"Por suerte fue poco", añade. Y no se queda solo ahí, que la Milá es muy positiva: "Yo creo que esto nos va a traer suerte, ya veréis". Hay que aprender más de la Milá. Hay que aprender a ver el lado bueno de las cosas. Eso sí, que nos confirme si esto trae de verdad suerte. A ver si vamos a tener que ir buscando un pedrusco contra el que estamparnos.