Los periodistas de calle de 'Sálvame', esos que pasan frío y se dan las buenas caminatas para cobrar un 0,1% de lo que se embolsa Kiko Matamoros, han vivido uno de los episodios más complicados de los que se recuerdan en televisión. Un grave enfrentamiento en mitad de la calzada con los padres de Rafael Amargo, detenido por tráfico de estupefacientes y organización criminal.
Ambos, señores mayores acompañados por una mujer de mediana edad, se han mostrado muy nerviosos ante las cámaras y las preguntas de los periodistas del programa líder del salseo cuando se dirigían a su vivienda, casi a la par que su hijo declaraba en los juzgados de Plaza de Castilla. "Retratarme la pollx", ha sido la cordial manera de saludar del padre del bailaor mientras que se tocaba sus partes.
Tres este obsceno gesto, el señor ha mostrado un amago de empatía, pero no, había sido un espejismo: "sé que estáis haciendo vuestro trabajo, pero a veces da mucho asco lo que decís", ha dicho visiblemente agobiado y sobrepasado por la situación de ver cómo dos cámaras y varios reporteros le seguían el ritmo por la lozana vitalidad de sus piernas. "¡No me agobiéis! ¡No me alteréis, que yo estoy enfermo!", han sido sus quejas más repetidas con una aparente dificultad para hablar.
Que actuación más vergonzosa de los padres de Rafael Amargo #yoveosálvame pic.twitter.com/RaDGeRRbhX
— Rafael García López 💻📺 (@RafaelGarciaLAF) December 3, 2020
La madre de Rafael, por su parte, ha sido la encargada de sobrepasar la línea de la violencia verbal, esa que tan bien ha abanderado su marido, a la física, llegando a golpear al periodista de turno. "¡No me metas más el micrófono que te voy a dar en la cara!", ha dicho conjugando mal los tiempos verbales, ya que, cuando le ha advertido, ya le había propinado un buen guantazo con la mano abierta al que casi podría haber llegado convertirse en corresponsal desde el hospital ... ¡Y porque no tenía una zapatilla a mano!
La mujer que acompañaba a los padres del bailarín, ese que empolvaba las metanfetaminas taconeando, ha sido la que ha procurado poner un poco de paz, declarando de forma más pausada un "vosotros no sois jueces", acusando a la prensa de haber sentenciado y vilipendiado la imagen de Amargo. "Pregúntale a tus padres cómo estarían si le hacen eso a tu hijo", la interrumpía la madre de Amargo cada vez que esta intentaba mediar.
Sinceramente, creo que son personas mayores a las que hay que entender, ya que es una situación muy incómoda para cualquier padre/madre, además de que tendrían una visión idealizada de su hijo como artista y como persona.
Una pena que no hayan sido capaces de utilizar el medio para pedir lo que consideran justicia o, simplemente, para compartir sus sentimientos con el espectador. Son personas inocentes, al menos de la trama de droga. Si encontramos algún reportero intoxicado por alguna croqueta, ya... Ahí sí deberíamos preocuparnos...