Carmen Lomana es como tu madre cuando te ve salir de casa hecha un cuadro: no se corta ni un poquito a la hora de decirte las cosas. Sin vaselina. Con menos tacto que en una revisión de próstata.
Y si va un reportero detrás de ella para tirarle un poquitín de la lengua, tarda muy poquito en encender su mecha y echar a arder. Y ella con el documental de Rocío Carrasco, fíjate por dónde, está que arde.
Pero no solo con ella, sino también con Carlota Corredera y la falta de "pluralidad" del programa. "Aquí tenemos un tribunal popular. Parece la Inquisición. Y Carlota Corredera es como Torquemada, y a su sí no hay no. Se cree iluminada por Dios para salvar a todas las mujeres de este país", comenta a 'Europa Press'. Ala, y tan ancha se queda. He visto hostias que duelen menos que esto.
"Si conmigo o contra mí, si no te largas de plató... Una presentadora tiene que ser neutral", continúa arremetiendo sobre el discurso de la Corredera a favor de la lucha de las mujeres. "A mí que me dejen en paz, que yo no quiero que nadie luche por mí. Ya he luchado yo bastante y soy una mujer muy libre. Y como yo, muchas".
"No se puede tomar el pelo a las mujeres maltratadas de verdad desde un plató y desde un espectáculo que no es nada más y nada menos que un negocio", zanja.
Porque la Lomana —ya ha quedado claro— no es fan de la docuserie de Rocío Carrasco. Que cuando la emitían en televisión ella se ponía Canal Sur para ver si daban a Juan y Medio. Y claro, cuando se ha enterado de que habrá una segunda temporada, tampoco le ha hecho mucha gracia, "porque es un peñazo".
Además, Carmencita (del alma querida) está segura de que esto acarreará "respuestas, y encima en los tribunales". "Ha hecho muchas cosas que no se podían hacer. Porque los Mohedano también están sufriendo un maltrato muy grande", concluye.
A ella, por si acaso, que le saquen prontito la nueva temporada de 'Cuéntame', para que así tenga algo que hacer...
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