Cristina Porta llegó a nuestros corazoncitos en la última edición de 'Secret Story'. Entre movida y movida, la catalana se colocó en la final del concurso y protagonizó un tórrido romance telecinquero con Luca Onestini digno de una novela turca (y de las que no tienen censura). Ella, lejos de irse con su churri a tomar viento (porque son más repetitivos que un plato cargadito de alioli), ha vuelto a salir a la palestra tras hablar del acoso y derribo que vivió en su anterior curro.
Porta fue periodista deportiva antes de convertirse en la dramaqueen de 'Mediaset'. La finalista ha hecho unas declaraciones para la revista 'Lecturas' donde ha puesto de vuelta y media a los futbolistas machirulos con los que trabajó en el pasado: "Es muy pesado. Muchos jugadores no te toman en serio. Es un mundo de hombres", ha revelado la Patiño del balompié.
Según ha contado la de Lleida, muchos jugadores se pasaron de cerdos babosos y la llegaron a chantajear si no quedaba con ellos a tomar un cafecito de 'Starbucks' en una en una habitación por horas: "Decirle a alguien del fútbol con el que me llevaba bien que no quería tomar un café y que me contestaran: Pues no te voy a contestar más. No era un café, era otra cosa".
Cristina no sabe si le ha cogido más asquito a su antiguo gremio o a los homo neandertales que le ha puesto el micro en el hocico: "He hecho muchos reportajes con la afición, fuera de los estadios, he aguantado que me estuvieran piropeando. Me han llegado a tocar el culo. Eso no se lo hacen a un hombre. Todo esto me ha hecho desencantarme del fútbol".