Belén Esteban ha comenzado los últimos diez minutos de programa (que es cuando se resuelve todo en 'Sálvame', el resto suele ser paja) diciendo que ha cometido el error de haber contado su testimonio con el tema de las joyas antes de haber hablado con su amiga Anabel para contrastar la historia que contó ayer mismo como un alma en pena, tal y como nos hicimos eco aquí. ¿Pero qué opina Anabel de este malentendido? Aquí tenemos las dos versiones, como todo buen ejercicio peridístico, ¡chúpate esa Patiño!
Tras el intensito programa de ayer, Belén recibió la llamada (como hicieron los Javis) de Anabel Pantoja, pero ella se hizo la longui, como cuando ves esas dos palabras malditas (de las malditas bromas) "número oculto". Pero la panto-amigui no se dio por vencida, puso toda la carne en el asador (con mayonesa, por supuesto) y decidió arriesgarse (está 'to loka') enviándole una nota de audio a la Esteban, que segundos más tarde empieza a reproducirla:
"Escuché que me envió un audio al WhatsApp y yo lo abrí. Decía que se había portado mal en lo de las ocho fotos, pero me juraba que no había hablado con nadie, le dije que sí que había hablado, entonces yo le di el nombre de la persona que me lo contó, que es como se resuelven las cosas", ha comenzado relatando Belén Esteban sobre su puesta en común por fin de lo ocurrido.
Belén saca la conclusión de que ha sido el jefe quien ha querido hacerles todo el lío, algo que no parece convencer a los colaboradores, que lo ven como una resolución rápida y mal hecha de la tensión, como cuando haces tucu-tucu en el coche (con otro tipo de tensión, claro): "Ella no ha hablado con nadie, se lo han inventado, yo me lo he creído, yo me he enfadado con ella, yo no retiro que se parece a su tía, eso no lo retiro, pero sé que la persona que me lo contó no habló con Anabel. Yo me lo creí porque me lo dijo un empresario", decía Belén alegando que la panto-sensualidad hecha carne se enteró de su versión anoche por televisión.
"Ella es verdad que llama a los dueños y les dice 'oye, me acabo de enterar que Belén va a sacar una línea de joyas y mis compañeras llevan poniéndose mis joyas, quiero llevar mi campaña mejor por las influencers', eso es lo que ella me cuenta que dice a los de las joyas", ha añadido la Esteban tras reconocer que ha visto los pantallazos de las conversaciones de su amiga (la joya más valiosa para ella) con los altos cargos de esta empresa de bisutería. En esta parte de la historia es donde entra Dulceida, cameo de esta novela venezolana, ya que promocionó anecdóticamente la línea de Anabel.
Gema López, con su verborrea de corrección y su aura de divineo (la mayor joya de la que no todos pueden presumir), ha garantizado haber tenido acceso a la prueba que certificaría que el alto cargo de la pedrería (el Pedrerol, digámoslo así) les ha hecho el lío a las colaboradoras: "He escuchado el audio de este señor donde niega que le haya dicho eso a Belén, es decir, no es la palabra de Belén contra la de Anabel. Pero es que voy a más, hasta ayer o antes de ayer Anabel no tenía ni idea de que su empresa y la de Belén era la misma", ha comentado mientras que la Esteban asentía como diciendo "justo eso es lo que yo iba a decir, pero me lo ha quitado de la lengua".
Es entonces cuando Kiko Matamoros ha acusado a Belén Esteban de haberse inventado esta trama, a lo que ella le contesta, muy segura de sí misma (no se le cae la corona en reconocerlo) que se ha equivocado lanzándose a contar la versión que su jefe le contó, pero que hay testigos de que fue él quien le hizo saber la presunta falsa traición de la Pantoja Junior: "A mí no me dice sola lo de Anabel, sino que me lo dice a mí y a una persona de Barcelona, que le dice 'da la cara porque se está liando' por lo de ayer".
Luis García Temprano ha podido hablar durante más de 10 minutos con la sobrinísima, la única joya de Cantora que la Pantoja no mangó de la herencia de Paquirri, que ha querido contar en primera persona su versión de los hechos: "Ha sido un malentendido, como un teléfono escacharrado. Si eso le llega a Belén, entiendo que se enfade porque es muy fuerte, pero es que yo no he dicho eso. Si ella me hubiera llamado ese día para decirme 'oye, ¿tú que vas diciendo?' le hubiera respondido 'que voy diciendo de qué' y no estaríamos aquí ni hablando de esto", ha relatado Anabel Pantoja con cierto 'vistimismo' de 'Emosido engañados'.
"Yo le he dicho a Belén que me hubiera encantado que me hubiera contado qué le pasaba, pero que si no me lo cuenta no pasa nada porque está en su derecho y ella me ha dicho que lo importante es que estemos bien, de salud y que esto no vuelva a suceder pero, sobre todo, que me quede tranquila porque yo he estado todas las Navidades mal, desde el 18 de diciembre", ha continuado Anabel desde Canarias, con una hora menos y un reproche más. Pues sí hija, Belén, podías haberla llamado... ¡Estáis todo el día haciendo llama-cuelgas a los famosos y luego no sois capaces de hablar entre vosotras!
Anabel Pantoja ha definido este conflicto con Belén como "una puta chorrada", pero se niega a cargar con un muerto que no es el suyo, que seguro que luego vienen con los problemas de herencia y, por experiencia propia, sabe que eso es un regalito envenenado... "He cometido el error de la publicación, yo decía 'he publicado siete fotos, ¡Dios mío!' Lo hice porque no entendía nada y lo hice, es que no tengo explicación, no tengo ningún tipo de excusa y ella me ha dicho que eso es lo de menos, que lo que le jodió fue lo que le dijeron los jefes y eso no lo voy a reconocer porque yo no lo he dicho", decía la Patry Jordan del mundo curvy refiriéndose a su pataleta de subir a Instagram las fotos de su línea de joyas cinco minutos después que Belén.
"Ya estoy tranquila y deseando que ella me mande sus joyas para yo ponérmelas, porque ella me ha ayudado a mí durante 3 años. Todo fue un embrollo porque es que a mí me decían que no éramos la misma marca", ha zanjado la sevillana tendiendo la mano (llena de anillos, por supuesto) a su amiga Belén, aunque no libre de matizar algunos puntos inconexos de esta historia mañana en 'Sálvame', porque esta trama es más rara... Parece de una serie de Álex de la Iglesia. ¿Son las dos víctimas de un malvado empresario que las ha utilizado para hacer promoción de su marca? ¿Han inventado ambas este plan genial de excusa barata (como de bisutería) para esconder algo de su conflicto?
