Hace cosa de un año, durante y después del confinamiento, estaba la cosa chunga para Kiko Rivera. Él mismo llegó a explicar que andaba "muy jodido de pasta"... Pero parece ser que le ha dado la vuelta a la tortilla y ahora su cuenta en el banco vuelve a estar feliz. O, al menos, un poco más tranquilita.
Sobre los dineros —cómo nos gusta este tema— ha hablado Irene Rosales en su última entrevista para la revista 'Lecturas'. Porque a la gente aún nos siguen quedando muchas dudas sobre su situación económica... Que han pasado de tener que comprar en las rebajas del Primark a gastarse más de 80.000 euros en un cochecito.
Y menudo jaleo que se armó cuando se conoció esta última compra, la del coche. "Puedo entenderlo", explica Irene a la revista. "La gente dice: 'hace un año estaban mal económicamente'".
Pues sí, precisamente eso es lo que dice la gente (y también nosotros). Porque esto únicamente tendría una explicación si os ha tocado el sueldo Nescafé... o si habéis vendido los riñones de vuestra familia al mercado negro.
Pero todo parece tener una respuesta, e Irene nos lo aclara: "Kiko ha ganado dinero a raíz de las exclusivas. El coche nos hacía muchísima falta, no ha sido un capricho, y nos ha gustado a los dos. Sé que voy a poder pagarlo".
"Kiko no sabía lo que hoy sabe que le pertenece", añade la muchacha. Porque han pasado por una época en la que "lo único que tenía eran los 700 euros" que a Kiko le ingresaba el Estado "y mis ingresos de las redes sociales", puntualiza la Rosales.
"Kiko ha podido ganar dinero, reformar su loft y alquilarlo", explica. Y ahora empieza a cuadrarnos todo, claro que sí. Porque hace unas semanas, cuando anunció que se despedía de 'Viva la vida', media España se echaba las manos a la cabeza pensando en cómo iba a sobrevivir esta familia.
Pero ahora todo cobra sentido... Y ahora también entendemos por qué, cuando Kiko fue a 'La Resistencia' y David Broncano le preguntó cuánto dinero tenía en la cuenta, él contestó: "Podré tener un millón y medio de euros". Ahora que la cosa queda clara, eliminamos nuestra teoría de que habían vendido sus riñones en el mercado negro.
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