Antonio Canales ha demostrado una noche más, en este especial de 'Supervivientes' que Telecinco se ha sacado de la manga, su arte como bailaor porque le ha bailado más su versión sobre su relación con Fidel Albiac que Rafael Amargo en una de sus bacanales interminables.
La cosa es que el artista ha negado tres veces a Rocío Carrasco, que aseguró que su Fidelito y Canales tenían un vínculo casi familiar. Bueno, lo ha negado a ratos porque ha cambiado más de opinión durante su discurso que Ana Rosa Quintana de gafas.
“Soy amigo de la familia de Fidel de toda la vida, pero Fidel ha estado en mi casa en tres ocasiones nada más. Todo lo que cuenta Rocío de que iban a allí, eso no es cierto. Todo lo que he escuchado en los comentarios y en las tertulianas, no saben de la misa la media”, ha asegurado Antonio reconvertido en gurú tibetano tras su paso por la isla.
La defensora en plató de Antonio, una tal Mónica (que no era la ex de Carlos Lozano, gracias a Dios), le ha recordado que, cuando Fidel Albiac pasó supuestamente un mes en su casa, ambos bailaores se encontraban de gira en Japón. Un soplo que ha hecho a Canales cambiar de canal en su versión, bastante trasversal entre la verdad y la mentira (tirando más hacia esta última).
Belén Ro ha garantizado que Fidel Albiac se hospedó con Antonio Canales más de 20 días cuando Rocío Carrasco se encontraba aún en el hospital tras su siniestro total con el coche. Es más, la colaboradora de cadencia vocal eterna ha asegurado que fue el bailaor quien le mandó un chófer al marido de Rociíto para llevarlo hasta su kelly, que debía ser como un Airbnb del folclore en aquella época.
“No miento. Se pueden sentar conmigo tanto Rocío Carrasco como Fidel Albiac, que se sienten frente a frente y digan cuántas veces ha dormido Fidel en mi casa. Ninguna. Y las veces que ha comido en mi casa se cuentan con los dedos. Me he encontrado con él cuatro veces en mi vida”, respondía Canales retando a Fidel y a Rocío a sentarse en un plató cara a cara frente a él, para ver si así puede sacar un poquito más de rendimiento a su vuelta a la fama, ya que en el concurso no ha dado mucho de sí.
Canales ha seguido reculando más que una influencer al leer la carta del McDonald's (que querrá irse por patas -que no a por patatas-), dando a entender que puede tener algunas lagunas, concretamente la del Rocío entera con marismas y todo, en su argumento: "Si yo estaba fuera no le puedo negar. De eso a decir que yo le cobijé no”, añadía echando el freno magdaleno.
Antonio Canales se ha contradicho de tal forma que, después de presumir de lo gran persona que es Antonio David Flores en la palapa junto a Olga Moreno, hoy ha reconocido que tan solo ha visto al exguardia civil una vez en su vida.
Una de dos, o esa vez fue en una boda gitana (que duran tres días y le hubiera dado tiempo a conocerle a fondo) o el bailaor es tan mentiroso que hubiera tenido que indemnizar a Conchita tras haberle reventado el polígrafo de haber tenido esta conversación en un 'Deluxe'.