Tras la entrevista de ayer de Rocío Carrasco, hoy el mundo se ha despertado agitadito. Y empezando por Ana Rosa Quintana, que parece ser que aún hay unas cuantas cosas que le descuadran. Como, por ejemplo, que no contestara a las llamadas de su hija, Rocío Flores.
La Carrasco, durante la entrevista de ayer, aclaró que no ha hablado con su hija porque no está "preparada", y por consejo de un equipo de especialistas. Pero Ana Rous llega a su programa para poner la puntilla: "¿Que los terapeutas le recomiendan esto? Pues será verdad, yo no lo puedo poner en duda".
Pero claro que lo piensa poner en duda, parece que no la conoces: "Lo que pasa es que, ¿no estás preparada para hablar con tu hija, pero estás preparada para lanzar el mensaje a tres millones de personas?", se preguntaba la Quintana.
"Esto para ella es liberador, puede ser", comentaba. Pero hay algo más: "Yo tengo la impresión de que aquí es: 'Oiga, o está conmigo o está contra mí'. No, no puede ser", defendía.
Porque, a pesar de entender su sufrimiento, "habrá gente que habrá vivido las cosas, habrá opiniones que no se pueden descalificar", puntualiza.
"No, no, la vida no es así. No hay verdades absolutas", continúa AnaRo. "Nadie tiene la verdad absoluta. Todo el mundo está cargado de razones. Ella está cargada de razones, su hija está cargada de razones..." Y, además, cree saber cuál es el objetivo de la Carrasco: "Ella lo que pide es que reabran el juicio".
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