Ahora sabemos a qué se refería la canción de 'Dos hombres y un destino'. Los dos hombres eran David Bustamante y su exasesor, Francisco Manjón. ¿El destino? La Audiencia Provincial de Madrid.
Porque desde hace cinco años la relación entre ambos no es muy allá. Y cuando decimos que "no es muy allá" nos referimos a que Busta ha pedido cárcel para Manjón y que le pague 500.000 euros por estafa y mala gestión. Francisco era el encargado de los asuntos legales y financieros del cantante, y ahora es acusado de ser el culpable de un rifirrafe con Hacienda.
Pero, en su momento, Manjón fue el máximo hombre de confianza de David. El asesor le ayudó a surfear los ataques que recibió por parte de la prensa cuando, tras su separación de la modelo Begoña Alonso en 2003, ésta le demandó por "lesiones, amenazas e injurias".
Eso es ya cosa del pasado. Aunque ahora, el presente, vuelve a complicarse. Porque a pesar de que la batalla de legal entre Busta y Manjón lleva en marcha cinco años, saltaba ayer a la prensa.
"Llevo cinco años de una auténtica pesadilla y no entiendo que ahora se haya hecho público a pocos días de que se conozca el fallo", ha explicado Francisco al diario 'ABC'. "Soy inocente. Es más, me sorprende que sabiendo que el fiscal pide mi libre absolución, haya ido un paso hacia adelante. Se nota que estamos en promoción", remata.
Y esto no queda solo aquí. Porque, como explica el periódico, aunque Manjón siempre ha sido leal a Bustamante (a pesar de todo), esta lealtad podría tener los días contados: "Si la justicia finalmente me da la razón, creo que no me voy a callar", asegura.
"Tengo material que si saco, se arrepentirá", dice. Y no sé tú, pero esto a nosotros nos suena a una amenaza como la copa de un pino, de un abeto e incluso de un olivo milenario. "Siempre he estado en silencio siendo conocedor de todo lo que ha pasado en su vida, en su matrimonio, en sus relaciones, pero me está haciendo demasiado daño", añade.
Sobre el tema, David Bustamante no ha querido hacer ninguna declaración. No sabemos si porque no quiere echar leña al fuego... o si está ocupado haciéndose unos press de banca.
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