Tiembla, Madrid, que Rocío Osorno ha llegado para quedarse. Fue a principios del mes de agosto cuando la fashion victim les desveló a sus seguidores sus intenciones de plantar el huevo en la capital. Objetivo que parecía imposible al complicarse la reforma de su casoplón en Sevilla, una humilde morada de 1200 metros cuadrados con piscina incluida. Casi ná.
Pero no. Y es que la instagrammer se ha instalado en un pisazo de alquiler ubicado en el centro: "Cuando vi este piso tuve un pálpito, miraba anuncios todos los días desde hacía meses y ninguno me transmitía nada hasta que llegó", ha confesado desde su red social del postureo.
El nuevo hogar de la influencer alberga una estructura clásica, como se acostumbra en las viviendas de la zona, que ella misma ha roto al decorarla con muebles súper modernos. Suelo de madera, paredes blancas, techos altos y unos ventanales XXL que conducen a un balcón, completan la residencia de Osorno.
Lo que ha despertado el ataquito de ansiedad entre sus miles y miles de followers ha sido el inmenso vestidor que se ha agenciado y que no ha tardado el rellenar con sus trapitos de marca. Además, este cuenta con un mueble zapatero de siete baldas donde la Ró ha colocado tanto sus tacones y zapatillas como sus bolsazos deluxe.