Sara Carbonero está en uno de sus mejores momentos sin duda alguna. Lo cierto es que, tras una racha de altibajos en cuanto a lo sentimental y a salud se refiere, la periodista lo está petando con su faceta como diseñadora boho chic de la marca Slow Love que lleva junto a su "hermana" Isabel Jiménez, con la que la hemos visto disfrutar como reinas de las tarimas en el evento donde ha presentado sus nuevos modelitos.
Pues, además, su otra hermana (la auténtica), Irene apareció con sorpresa a la fiestuqui que dejó a todos anonadados: pidiendo agüita y luciendo un barrigón que, tal y como ha podido confirmar '¡Hola!', no se debe a ningún tipo de ingesta masiva de ultraprocesados (la peor pesadilla de Carlos Ríos), sino al bebé del que está embarazada. ¡La Carbonero va a ser la tía molona de este pequeñín! Y, lo mejor de todo... ¡Ha merecido la pena guardar en altillos la ropa de cuando sus hijos eras más chiquitines!
Irene Carbonero se va a convertir por primera vez en mamá junto a su chico Patricio Martínez, que trabaja en una agencia de viajes de lujo (dato importante, porque ese bebé ha podido ser concebido en cualquier hotelazo de quién sabe qué destino super top). Una noticia que se suma a la larga lista de cosas maravillosas que le han pasado a Sara Carbonero desde que recibió el alta por su última intervención. Es de recibo que la presentadora haya sentido este embarazo como si fuera suyo ya que siempre ha manifestado que su hermana es uno de sus máximos apoyos.
Ser hermanos significa mucho más que la posibilidad de hacer un grupo de música como los Jonas Brothers o hacer un reality a lo Kardashians. Hay veces, que los ''roles se invierten'' y los últimos en nacer deben cuidar de los mayores cuando flaquean. Así lo hizo Irene durante el cáncer de Sara Carbonero, que ha aprovechó el último cumple de su hermanita para agradecérselo con una publicación de Instagram ante todos sus followers (que no son pocos).
¿Habéis derramado alguna lagrimilla con el post? Carbonero escribió a corazón abierto estas palabras donde el amor de hermanas es más evidente que el de las protagonistas de Frozen. Un regalo precioso para los 32 años de Irene, no cabe duda, pero que me da a mí la impresión de que más bonito va a ser el que le va a hacer cuando vea a una de las personas más importantes de su vida vivir la maravillosa (y dolorosa) aventura de traer un/una nuevo/a Carbonero al mundo.
Fotos | GTRES