Si es que ya no podemos más con la vida, que no hace más que darnos disgustos. Porque ahora viene Robbie Williams y nos suelta así, tan campante, este noticiote, como quien te dice que ha pedido hora en el dentista para hacerse un blanqueamiento.
Ha estado a un pasito de la muerte por una alta intoxicación de mercurio y arsénico. Y no, no te lleves las manos a la cabeza y empieces a pensar en quién se querría cargar al cantante. La causa de la intoxicación ha sido, como él mismo ha explicado, un consumo excesivo de pescados y mariscos: "Comía pescado y marisco dos veces al día y tengo la intoxicación por mercurio más alta que haya visto el médico".
"Me hice la prueba de mercurio porque mi esposa es neurótica y se hace todo tipo de pruebas todo el tiempo", ha asegurado. Y es que debemos hacerle un monumento a la actriz Ayda Field, con quien se casó en 2010, y a todos los hipocondríacos del mundo. Mucha tontería, hasta que un día acaba pasando. Y menos mal, porque, como él mismo ha explicado, "podría haber caído muerto por envenenamiento por mercurio y arsénico".
Williams tiene ahora 46 años, y fíjate lo que te decimos, que ya no es una edad para andarse con tonterías. Al recibir los resultados del análisis, diciéndole su médico que eran los índices más altos de mercurio en un organismo que había visto nunca, reaccionó así: "¿Sabes lo que pensé cuando escuché eso? '¡He ganado!' Así es como funciona mi ego. Literalmente gané el premio Mercury". Nosotros, si nos dejas elegir, preferimos ganar al parchís, Robbie.
Pero esta intoxicación no nos viene de nuevas, porque ya el presentador Jorge Fernández hizo público que pasó por el mismo camino, llegando a perder hasta 10 kilos en pocos meses, también por culpa de una dieta alta en pescados. Tardó casi un año en recuperarse: "Me han sacado el mercurio que poco a poco fui acumulando mediante un quelante intravenoso", explicó en sus redes sociales.
Y ahora claro, con esto de que las Navidades ya están aquí, las cigalitas, las gambitas y toda la movida sobre la mesa, pero sabiendo esto... ¿Cómo nos las vamos a comer? ¡Una locura! Así que si quieres deshacerte de todo el marisco que tenías comprado para la cena de Nochebuena, escríbenos, te pasamos nuestra dirección y nos lo envías por Glovo. Nosotros ya nos desharemos de él...
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