Bueno, bueno, bueno… no os podéis imaginar la cantidad de mierda que se está levantando con el nuevo cambio de look que Miley Cyrus se ha hecho. Lo que en un principio empezó como algo inocente y sin ningún tipo de motivo aparente, se ha convertido en un grito a la desesperación y el desequilibrio que no lleva a ningún lado y que solo refleja la inestabilidad psicológica de la rubia ¿De verdad somos tan capaces de leer entre líneas a través de un simple corte de pelo?
Comprendo que llevamos a nuestras espaldas los antecedentes de gente como Britney Spears y sus rapados de pelo, que claramente ponían en entredicho que la rubia estaba un tanto enajenada pero, me ha resultado cuanto menos jocoso, que cuando nos metemos a ver los comentarios en los foros y páginas que publican el nuevo cambio de look de Miley Cyrus, la mayor parte de los comentaristas concuerdan en el que ahora mismo está pasando una mala época, que no dudan que Liam la quiera con locura pero que en el fondo la rubia lo que necesita es estabilizarse, poner los pies sobre la tierra y asentar la cabeza.
Y claro, todo eso partiendo de una base tan sólida como puede ser un corte de pelo a lo garcon y una actitud mucho más rebelde ante la vida. Como será que hasta la misma Evan Rachel Wood en su Twitter ha bromeado con el hecho de que igual a Miley Cyrus a raíz de ese corte de pelo debería plantearse seriamente sus inclinaciones sexuales… ¿De verdad tenemos tanto tiempo libre como para preocuparnos por qué se corta o deja de cortarse el pelo y lo que todo ello implica?
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Foto | Gtres
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