Miriam Rodríguez, conocida por ser la concursante de 'Operación Triunfo 2017' que quedó tan solo por detrás de Amaia y Aitana en la final del talent show de TVE, se ha tomado muy en serio el nombre del programa que le dio la fama. La gallega ha resultado ser muy metódica y, antes del triunfo (aunque aparecer en 'La Voz' y en 'Vis a vis' ya es un sueño para muchos), ha decidido centrarse en eso de la "operación". Las cosas por partes, que luego se gafan.
Miriam Rodríguez 2022
Cinco años después de su paso por la reapertura de la academia más famosa de la televisión, la cantante parece otra persona. El parecido de la Miriam del 2022 con la del 2017 es el mismo que el de un criminal con su retrato robot de la policía: ninguno. Y es que se ve que a la artista no solo le ha parecido importante afinar su voz a lo largo de su carrera, sino también su cara.
Según publicó el diario 'El Español', el equipo médico de Clínicas Lola Sopeña asegura que la concursante "más mandona" de la primera edición de 'OT' para las nuevas generaciones "se ha realizado algunos retoques en su rostro". Vamos, que Miriam Rodríguez se ha hecho un Renée Zellweger en toda regla con una transformación cuasi mitológica.
El antes y después de Miriam Rodríguez de 'OT 2017'
Los expertos de esta clínica han certificado que la intención de la "leona" era "conseguir un rostro más fino y de ángulos marcados, ya que favorece en cámara mucho más que los rostros más redondeados". La rinoplastia es más evidente que su noche loca de pasión con Pablo López, solo hay que ver lo "fina y definida" que tiene su nueva nariz, que podría haberle costado alrededor de 4.500 euros.
Pablo López y Miriam Rodríguez - GTRES
Además de la pérdida de peso que Miriam habrá conseguido con muchas reproducciones de los vídeos de Patry Jordán y alguna que otra receta healthy, que la cara de la triunfita luzca así también podría explicarse con la "infiltración de Hidroxiapatita Cálcica" que, aunque parezca un chute de radiación nuclear de las que sufren los niños de 'Stranger things', no es más que un retoquito para definir y marcar el ángulo mandibular. ¿Por cuánto? Por unos 600 euros aproximadamente por vial de 1,5 ml (ella lleva dos mínimo).
