Nuestra queridísima Isabel Preysler debe de comprar los Lexatines con la misma asiduidad que se agencia de sus cremas antiarrugas desde que se hiciera público el idilio romanticón entre Tamara Falcó y Hugo Arévalo. Y es que el muchacho se ha convertido en el centro de la diana de los cotilleos.
Fue ayer miércoles cuando en el plató venenoso de 'Sálvame' emitieron unas imágenes del emprendedor oficial made in Spain donde se le podía ver pasándolo padre en un autobús, micrófono en mano y aparentemente a rebosar de agua con misterio.
Semejante bombazo informativo ha desatado el ataquito de ansiedad de la socialité, en cuya cabecita no entra que su retoña se haya decantado por otro fiestero como su anterior churri, Iñigo Onieva.
Según 'Informalia', la queen del '¡Hola!' "está asustada ante la evidencia y tiene miedo de que su hija vuelva a darse un batacazo sentimental". Recordemos que a Onieva lo cazaron plantándole unos cuernos a Falcó en un festival en Nevada, por lo que la filipina "no se esperaba ese tipo de secuencias y le ha dicho a Tamy que ande con pies de plomo y que tenga mucho cuidado con ese hombre".