Paloma Cuevas despierta muchas sensaciones en la población. Y cuando decimos población, nos referimos a nosotros mismos. Porque a nosotros la mujer nos cae bien o mal en función del día, sin término medio: o nos parece majísima y queremos que sea nuestra súperamiga, o nos da tanta envidia que nos entran ganas de pasarle la maquinilla de afeitar por la cabeza y dejársela como una bola de billar. Aunque incluso así seguiría estando guapa la jodía.
Porque quien es guapa, es guapa. Eso no se puede negar. No todos podemos ser guapos, que si no, ¿de qué iba a trabajar tanto cirujano plástico?
Pues imagínate la cara que se nos ha quedado cuando hemos visto su última imagen de Instagram. Porque la Cuevas tiene 48 años —¡48 añazos!—, pero nos sigue dejando fotos que, si la ves de espalda, te piensas que acaba de salir de 'Física o Química'. Como muestra, un botón.
"La felicidad se encuentra en la sonrisa de un niño, un atardecer, un paseo junto al mar, escuchar música, meditar, soñar, bailar... son momentos", escribe. Una tarjeta regalo de 100 euros en Amazon también es felicidad (esto lo añadimos nosotros, que conste).
En la imagen aparece en la playa con una niña, que suponemos que será una de sus hijas. Porque sería un poco raro que se hubiese acercado en la orilla a una niña desconocida para hacerse la foto...
Pero, ¿cuál es el secreto de la mujer para mantenerse así? ¿Haberse divorciado de Enrique Ponce? Suponemos que no. Esto tiene más que ver con el entrenamiento.
Hace un par de años desveló a la revista '¡Hola!' que hacía, ni más ni menos, ¡que 100 abdominales diarios! Qué sudores. Qué fuerza de voluntad. Nosotros somos más de salir a dar un paseíto.
Y no solo en esto se basa su secreto, qué va. Porque habría que añadirle una dieta sana (¡adiós, Phoskitos!) y una dosis extra de deporte: desde montar a caballo, excursiones en bici o esquiar en invierno. Aunque si no puedes permitirte ni una clase de pilates a la semana, igual de lo anterior solo puedes pagarte la excursión en bici, que lo otro se va de presupuesto.
Y por último, ¿cuál es el otro gran secreto para estar así? Tener dinero. Porque el dinero no da la felicidad, no... Pero te da tiempo para dedicarte a ti mismo. Y para pagarte una liposucción.
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