Ya ha pasado una semana de la boda de Álvaro Castillejo Preysler y Cristina Fernández y sus invitados aun tienen resaca emocional de todo lo que se vivió (y bebió) en esa pijíisima boda. Solo primeras calidades, como la cagada garrafal de Tamara Falcó en el convite. La hija de Isabel Preysler aun no tiene el control en el mundillo del corazón como para ocupar el trono de su madre y así lo demostró fastidiando la exclusiva de su primo para '¡Hola!'.
Aunque seguramente por lo que cobraron por la exclusiva, Álvaro Castillejo debería pisar por donde Tamara pisa; hay que destacar que la Falcó ha sido de lo más torpe a la hora de publicar el pasado miércoles (mismo día de la publicación de la revista) un vídeo recopilatorio de los mejores momentos de la boda. Y, como no podía ser de otra manera, entre ellos estaba el baile de la Preysler embutida en su vestido con el novio.
"Llevamos considerando a Cris una prima más desde hace tiempo, pero ahora ya lo es oficialmente", escribía muy emocionada como título de su gran metedura de pata dejándose llevar por el cariño que profesa por la novia. Una publicación que fastidiaba de tal manera la exclusiva que acabó eliminándose de forma misteriosa: su representante la llamó y le hizo cómplice del enfado que tenía la revista con ella por haber fastidiado la venta. El postureo es libre, excepto para ricos...
Además, según cuenta 'Informalia', a Isabel Preysler tampoco le hizo mucha gracia que su hija publicara su vídeo dándolo todo con Álvaro. Una bronca que ha provocado que Tamara volviera con el móvil entre las piernas y que su madre tuviera que hacerle un esquemita de qué hacer cuando hay una exclusiva de por medio.
Tamara se empieza a hacer ganas de casarse encima y eso es algo fácil de ver por sus textos: "Creo que jamás he estado en una boda donde los novios hubiesen disfrutado tanto ultimando tanto hasta el mínimo detalle. Hasta cantó mi hermano Julio, que fue la guinda del pastel. Un día inolvidable en nuestras vidas", decía casi retando a su novio Iñigo a darse el sí quiero y ser más disfrutones que sus primos en su gran día.