Al principio tenía su gracia, pero Filomena es como un chiste de 'Martes y Trece': conforme pasa el tiempo más gracia va perdiendo. Aun así, no te preocupes, que venimos a hablar de ella pero no para analizar sus destrozos o recomendarte que te quedes en casa o que tengas cuidado. Que si se te cae un alcornoque en la cabeza por el peso de la nieve, allá tú.
Venimos a hablar de Íñigo Onieva (o no nieva), el churri de la Falcó. Porque fíjate que nos ha sorprendido el muchacho. Porque con lo calentito que se está en casa, con lo tranquilito, ha sacado a relucir su lado más solidario (y con el frío que hace).
Llevamos toda la vida repitiendo que queremos vivir libres, sin cadenas... Y ahora quien tiene unas tiene un tesoro más grande que un rollo de papel higiénico durante el confinamiento. Circular en coche sin ellas por Madrid se ha convertido en un imposible. Y quien ya las tenía de antes le ha tocado el premio gordo.
Y es que Íñigo, viendo la posibilidad de poder ayudar a sus conciudadanos, ha decidido colgar el siguiente anuncio en Instagram: "Estamos rescatando coches y llevando a hospitales. Si necesitas ayuda escríbeme".
Tamara Falcó no ha tardado en compartir en su propia cuenta la publicación que hacía su novio, que siempre viene bien presumir un poco (y por si a alguien le pudiera servir, ya de paso). Esta misma mañana, a las 7:40h, ya compartía Íñigo una nueva imagen poniéndose en marcha para el rescate. También te digo, ganas hay que tener de marcarse a esas horas un 'Los vigilantes de la playa' versión Alaska (y no la de Mario Vaquerizo, sino donde el frío). Todo esto mientras Tamara se ocupaba, junto a su cuñado Fernando Verdasco, de despejar su casa de nieve.
La Falcó no puede estar más feliz. Su novio haciendo trabajos humanitarios (a ver si desgrava a la hora de la Declaración de la Renta) y ella acaba de alcanzar la cifra de 1 millón de seguidores en Instagram. Que se dice pronto, pero ponte tú a reunir a 1 millón de personas en el salón de tu casa. Muchos palets de Ferrero Rocher habría que comprar.
Si fuera por nosotros, Íñigo, nos lanzábamos contigo a rescatar a personas. Pero coche, la verdad, no tenemos. Y conducir tampoco. Si quieres lo podemos intentar en Bicimad... Aunque probablemente tengas que venir luego tú a por nosotros.
Imágenes | @ionieva