Channing Tatum, también conocido como "el motivo por el cual cometería el error de casarme solo por tenerle como gogó de mi despedida de soltero/a", es un hombre emprendedor, un gurú de los negocios, que lo mismo te saca dinero haciéndote ponerlo en su tanga de leopardo (donde asoma la colita) que con un maravilloso cuento que maravillaría a la mismísima niña adorable de 'Gru mi villano favorito'.
"Chicos, no sé vosotros, pero las cosas se pusieron un poco raras para mí en cuarentena. Terminé encerrándome accidentalmente en la habitación de mi hija de 7 años", ha confesado el actor en esta foto que ya estás imprimiendo para plastificarla y ponerla en tu collage de 'requisitos para ser el padre perfecto de mis hijos'.
Tatum ha pasado de quitarse la ropa interior a reconectar con "su niño interior" gracias a este libro, 'The One and Only Sparkella', categorizado como literatura infantil o, lo que es lo mismo, 'nivel avanzado para tronistas'.
Este nuevo proyecto tan 'magic', presentado con sus músculos XXL en este entorno tan chupi-flower-pinki-unicornio que parece cagado por Tamara Falcó o vomitado por Álex Gibaja, es un homenaje a su pequeña Everly, la que tiene junto a Jenna Dewan. Con él ha demostrado que del taparrabo de 'Magic Mike' a la literatura para peques solo hay de distancia un golpe de varita mágica (y no seas malpensado/a).
No es la primera vez que Channing se inmiscuye en el mundo de la fantasía, y no lo digo por las tuyas sexuales con él, sino por su modelito de 'Fronze' al más puro estilo Leticia Sabater (a ver si se atreve Isa Pi a matar a esta Frozen) en 'Lip Sync Battle' y por su icónica actuación de Beyoncé donde lució mejores piernas que cualquier influencer de las que las enseñan junto a un clásico "aquí, sufriendo", mientras se ve de fondo una playa paradisiaca.
