Nuestra adorada Carla Barber ha roto por fin su silencio. Y nada de sentarse en un plató o rajar sin piedad desde la portada de una revista cotilla. Mucho mejor: a golpe de indirectazo a través de Instagram. La reina del pinchi-pinchi todavía no había dicho ni mú para confirmar o desmentir su supuesta ruptura con Joseph, padre de su retoño Bastian y del baby que alberga en su vientre.
Y es que la médica estética de las celebs, aprovechando su visita al ginecólogo, ha optado por NO morderse la lengua y enviarle un dardito envenenado al que fuera su príncipe azul hasta hace un cuarto de hora: "Aquí estamos mi pollito y yo… Tanto en este como en el primer embarazo, el 80% de las visitas he venido sola", comienza a decir la ex concursante de 'Supervivientes' vía stories.
Relax, que el reproche instagrammero da para más: "Me preguntáis si me pone triste no venir acompañada. Sinceramente no. Estoy feliz y contenta porque va todo fenomenal, tengo mucha gente que me quiere y me apoya y no estoy ni estaré nunca sola", zanja Barber junto a una fotito súper cuqui de ella en monitores.
Pese a que Carla anda ya por el octavo mes de embarazo de su segundo churumbel con el empresario francés, fue hace escasos días cuando se rumoreó que había encontrado un hombro donde llorar a la vera de un colegui de profesión. Nos referimos a Carlos Rubí, un cirujano plástico de 38 años que, entre abdominoplastia y liposucción, le habría de vuelto a la muchacha la ilusión.
Fotos | Gtres e Instagram de @dr.carlabarber