Richard Gere es el ejemplo perfecto de que para ser un madurito interesante de pelo cano no hace falta beber café en cápsulas, también puedes optar por hacerte el hipster moliendo tu propio grano o incluso injerir esa sustancia tóxica denominada "café soluble". El famosísimo actor sigue dando síntomas de juventud cambiando de hogar por vigésimo novena vez en los últimos diez años mudándose a una nueva residencia luxury en un pueblo cercano a Nueva York junto a su churri Alejandra Silva y sus hijos.
La nueva casa de Richard Gere en Bedford - GTRES
El oficial y caballero acaba de poner en venta su anterior hogar al que a demostrado no tenerle el apego con el que el perrito de aquella película lo esperaba cada tarde después del curro en la estación. Gere ha sacado a Idealista.com su impresionante mansión del norte de Nueva York en la friolera cifra de 28 millones de dólares.
Este impresionante casoplón decorado con todo el gusto que le faltaba a la mansión Play Boy de Leticia Sabater (decorada con todo el set de muebles horteras de Versace y Gucci) tres pisos, ocho dormitorios y nueve baños donde Richard ha plantado sus mejores pinos desde el año 2000.
Fachada de la casa que Richard Gere ha puesto a la venta - Dirt
Según ha publicado la publicación 'Dirt', esta super kelly digna de haber sido construida por un youtuber erudito de 'Los Sims' está ubicada en Pound Ridge y destaca por sus amplias ventanas que irradian de luz su interior. Además, el casoplón cuenta con un establo, piscina y un maravilloso estanque.
Salón abierto, con terraza, alfombra en la que no te importaría estar enrollado (incluso muerto), sofás con pocos cojines color mostaza y sin televisión donde ver Netflix - Dirt
Por si fuera poco, la casa que Richard vende por 28 millones viene con todos los extras posibles en una casa de estas características ya que también posee una cancha de fútbol de tamaño profesional, un bosque y, atención, un lago privado con arena de playa. Vamos, que lo único que le falta es un chiringuito donde un grupo flamenquito toque al atardecer, con su propio maestro espetero y algún vociferador que venga agua, Coca-cola y Fanta fresquitas.
La cocina de Richard Gere en blanco, con detalles en madera y con cocineros tres estrellas Michelín como robots de cocina - Dirt
Dormitorio principal con diván propio para rayarse por lo asquerosamente rico que es quien viva ahí, chimenea, ventilador para las noches más calurosas y vistas al parado - Dirt
El comedor: perfecto para jugar al póker con amigos, discutir con tu cuñado de política o comerse un buen Glovo (si es que el repartidor llega hasta allí) mirando a los niños bañándose en la piscina cuando hayan superado las cuatro horas de digestión - Dirt
El baño con la bañera en el centro, dos espejos, varios armarios para poder comprar todo Portugal de toallas y unas alfombras de lo más horrorosas para no resbalarse al salir después de un relajante baño de espuma bebiendo vino - Dirt
El lago con su propio chiringuito y una barca en la arena de playa donde hacer espetos de sardinas con unas vistas de ensueño - Dirt
El campo de fútbol, perfecto para que los abueletes amigos de Richard echen una pachanga... Aunque solo saldrían vivos la mitad después de dos carreras en ese inmenso terreno - Dirt
La piscina que muchos hoteles de pulserita todo incluido desearían tener en sus instalaciones - Dirt