Ser reincidente no consiste en decir que "este es el bombón es el último de las Navidades" y comerte la caja entera, eso de momento no es delito, solo un atentado contra Patry Jordán, Carlos Ríos y tus propósitos de año nuevo. Volver a cagarla consiste en hacer lo de la hija de Guti y Arancha de Benito, que se ha pasado de nuevo por el forro (de la mascarilla) todas las restricciones en una nueva fiesta pandémica, a pesar de haber tenido que pedir disculpas públicamente por su polémico cumpleaños multitudinario.
Hace apenas unas semanas, Zayra Gutiérrez de Benito se jactaba del toque de queda, de la distancia de seguridad y de cualquier medida medio sanitaria que se preste ("me encantan las plandemias", decía), pero ahora ha vuelto a dar positivo en 'melasudismo' de la trágica situación actual (al borde de la tercera ola) con una nueva fiesta.
El programa 'Sálvame' ha podido cazarla en estas imágenes deambulando en la puerta de un garito entre dos grupos de amigos de más de seis personas, sin mascarilla ninguno de ellos (y el que la llevaba, lo hacía en la papada y bajada, a lo Carmen Borrego con su esparadrapo cuando se operó) y abrazándose mientras que saltaban (escupiendo babas, como es normal) y cantaban el cumpleaños feliz como un equipo de fútbol en plena celebración.
Esta nueva burla a la pandemia por parte de la pelirrosa más peligrosa se produjo durante la noche del Día de Reyes, cuando festejaba el cumpleaños de uno de sus millones de amigos de los que se rodeaba.
Entre jijís y jajás, Zayra se parte el ojete de la risa, graba a sus amiguitos haciendo el parguela (el payaso) y se fotografía bien arrimadita, en el interior de la discoteca, con algunos de los fuckers más conocidos de 'La Isla de las Tentaciones' como Dani García Primo o Jorge Javier, el cubanito sabrosón. Bueno, también estaba Marta Peñate, pero esta seguro que solo lo hacía para fastidiar a su ex, Lester...
Orgullosa de su proeza, atentando contra la salud de los que la rodean (bien sean familiares o personas que, azarosamente, coincidan con ella), Zayra ha compartido en redes sociales todo el guateque de insensatos que se estaba liando en la discoteca para, más tarde, borrarlo. Quizás, motivada por el sinfín de comentarios de indignación de los que se había plagado su Instagram antes de que la hija del futbolista eliminara esta opción de su perfil.
Está claro que el comportamiento reincidente e ilegal de Zayra Gutiérrez de Benito, un personaje público y con cierta influencia sobre sus followers, debería tener represalias. Además, Mila Ximénez ha garantizado que en estas fiestas ilegales, donde la hija de Arancha de Benito es la reina del mambo, suceden "cosas muy graves" más allá del asintomático uso de las mascarillas y del inexistente respeto de la distancia de seguridad.
"A mí como madre se me ponen los vellos de punta, me hablan de una incidencia médica", ha dicho la colaboradora pidiéndole a la madre de la criatura que la llame para comunicarle todos los detalles de estos incidentes.
