Los dos planes favoritos de Kiko Matamoros están claros: o pasarse la tarde entera leyendo, bien comodito, sentado en un rincón del salón con la brisa entrando por la ventana... O pasar el finde en un centro de cirugía estética (como quien lo pasa en Port Aventura).
Y ya si puede mezclar los dos planes en uno, ¿qué más se puede pedir? Pues que no te dejen como al Ecce Homo, eso sí que se podría pedir... Porque Kikito ha compartido con sus seguidores de Instagram el resultado de sus últimos retoques estéticos y se ha liado (otra vez) la marimorena... Ahora sabrás por qué:
Nos estamos mordiendo los dedos para no escribir todo lo que se nos está pasando por la cabeza ahora mismo... Mejor nos quedamos callados. En silencio. Bien calladitos. Con la boquita cerrada y los deditos relajados.
¡¿Pero qué le ha pasado en la cara?! No, no es ningún filtro de Instagram que te ponga el rostro de Nefertiti, no. Es que pasó por quirófano para hacerse una marcación abdominal, y ya aprovechó para hacerse unas cositas más.
Esto es como cuando vas al médico porque te duele la garganta y ya de paso le dices que te mire ese lunarcito raro que tienes en la espalda... Pues igual. Solo que en este caso, en vez de decirle al doctor que le mirase el grano, le dijo que le cortase el párpado. Sí, porque se acabó realizando una blefaroplastia de párpados para eliminar el exceso de pellejo (que a cierta edad todo empieza a colgar).
Pero, como él mismo explica, su recuperación ha sido "más tolerable" gracias a una buena lectura y a su novia, Marta López Álamo. Eso sí, al parecer tendrá que estar casi un mes para poder recuperarse por completo... Y espérate que no se le ocurra antes, yo que sé, retocarse las orejas... Ah, que esto también lo tiene hecho. Pues lo siguiente ya es quitar el gotelé de la pared, no le queda más.
Foto de cabecera | GTRES