Estos días, la mascarilla y el gel hidro-alcohólico no van a ser medidas suficientes para salvaguardar vuestras vidas, sobre todos si vives por las inmediaciones de la capital. Aída Nízar, tras su vergonzoso accidente de moto en Roma mientras que hablaba un italiano de los montes, vuelve a la carretera y lo hace cantando desafinada como una almeja: "celos, el mundo entero tiene celos".
Aída habla de sí misma en tercera persona, eso no es nuevo, pero... ¿y ese fanatismo por Bisbal? La canción se llama 'Si tú la quieres', pero en su idioma de "elegida de Dios" se traduciría como: 'Aida, si tu te quieres... ¿cómo no te vas a querer si eres perfecta, preciosa?' Acompáñame a ver esta maravillosa historia protagonizada por Aída con una mano peinando la magia de su melena y la otra sujetando el móvil.
En su descapotable de Cruella De Vil y con unos pelos al viento que ni la peluca de Marujita Díaz, Nízar conduce con el cinturón puesto como los niños pequeños (para que no roce en la cara), moviendo la cabeza como si le hubiera entrado agua en un oído y cantando como si no lo tuviera. Una conducción tan temeraria como motivadora, con su speech de coach emocional ¡de siete minutazos! Digno de dos o tres charlas TED.
"Adora tu vida", recomienda. Precisamente, si la adoras, no salgas a ningún sitio que implique cruzar un paso de peatones. "Me importa un bledo la mediocridad, los amigos no piden explicaciones y los enemigos no se las creen", añade mientras da un volantazo por el que casi se come la rotonda de la Puerta de Alcalá, a modo de remake de la hostia que se pegó en la moto. Igual, la que le pide explicaciones, después de este video, es la policía...