Ostras, pavo que Carla Barber y Diego Matamoros tenían un viaje. A Ibiza, para ser originales. El Disneyland de los famosos que lucen tipín y derraman daikiris en la cubierta de sus yates. Un exhibicionismo de cuerpos, dinerales y aceite corporal al que no han podido resistir sumarse el Team Rocket quirúrgico del clan Matamoros.
¿No os llama algo la atención? ¿Quizás una talla 57 de pie con las uñas pintadas como una entrevistada de 'Callejeros Viajeros'? Exactamente, quizás por eso Carla mete la pata tan exageradamente cuando interviene con bótox a uno de sus clientes, ¡porque tremenda pata! El amarre de esa barca en el puerto de Ibiza debe costar más que un injerto capilar fuera de Turquía...
— 𝗔𝗹𝗯𝗲𝗿𝘁 🌈🐟 (@Albert_Edero) September 6, 2020
Y es que esta mujer puede echarse la siesta de pie... Espero que solo sea algo provocado por el zoom de la cámara, porque si no me temo que Barber comparte zapatería con Ronald McDonald's, el Jocker y Krusty el Payaso. Esa extremidad es más propia de un personaje de 'Avatar' que de un humano. Esto sí que es empezar septiembre con el pie izquierdo.
La pareja ha querido "cerrar el círculo" de vacaciones como si del videoclip de hit reggaetonero pasteloso del verano se tratara: barco, burbujas de amor por doquier, besitos de pescao, la actitud cariñosa de no separarse ni para cagar como dos agapornis y gafitas de sol dignas del mejor entrenador 'Digimon'...
Puede que lo de los pies sea un fetichismo de Diego. Si es así, un Frigopie XXL como ese debe volverle muy loco. Para que Carla se haga el tratamiento de pedicura en el que los peces te quitan todas las durezas, necesita pirañas y una piscina olímpica de las que te separan las calles con las bolas de colores que se cuelgan luego en el techo de las casetas de feria.