Tú pagando tus facturas religiosamente. Tú llorando a fin de mes cuando el señor eléctrico te mete la tajada, llegándote una factura al nivel de una cárcel con silla eléctrica cuando tú ni enciendes la calefacción para ahorrar. Tú pagando el Spotify Premium porque te sientes mal si lo pirateas... Y luego está Omar Montes. Que él pasa de todo.
Porque, por no pagar, no paga ni a sus representantes. Así lo ha contado en exclusiva la revista 'Semana'. Y es que el cantante ha recibido una demanda por parte de Producciones Mediterráneo, la que fuera su agencia de representación tiempo atrás y la que le gestionara todos los contratos.
El motivo de la demanda es por el incumplimiento contractual ante el imago de las comisiones correspondientes, y por pasarse un contrato de exclusividad por el mondongo.
A pesar de llevar años trabajando con esta agencia, un día Omar se despertó y pensó que lo mejor era dejar de pagarles. "Esto viene del impago que le corresponde al representante por varios programas y por varios realities. Al principio le pagaba y de repente dejó de hacerlo. Omar se ha beneficiado de trabajos que le ha conseguido esta empresa, pero luego no le ha dado su porcentaje. Como se suele decir, a su representante le ha puenteado", explica el abogado del que fuera su representante.
"Se enfrenta a que si le condenan debe devolver este importe más costas, más intereses moratorios", apunta. Intereses que se le sumarían a una cantidad mayor a 50.000 euros que ya le debía.
"Con Omar hemos tenido un burofax y un acto de conciliación al que no se presentó. Se ha intentado hablar en muchísimas ocasiones, pero ha optado por la acallada por respuesta", comenta el abogado. "Ya tenemos juzgado asignado, la audiencia previa será en los próximos tres o cuatro meses y en ella se proponen las pruebas y se mira si hay solución y se pone fecha para juicio. Se puede alargar de 7 a 8 meses", añade.
Al no recibir respuesta por parte de Omar Montes, los tiempos para saber qué pasará se alargarán un poquitín más. Pero tú no te preocupes, que nosotros seguimos aquí, esperando a ver qué pasa. Total, no tenemos otra cosa que hacer...
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