Diego James Lover y Lola son la pareja viceversa de este año en 'La Isla de las Tentaciones' con todo lo que eso conlleva. Parece que esté por contrato que los tronistas y pretendientes que pisen la arena blanca de República Dominicana tengan que acabar peor que una resonancia de cadera del Rey Emérito. Solo hay que echar la vista atrás y recordar a Álex y Fiama o a Tom Brusse y Melyssa Pinto. Esto es lo que yo llamo 'Crónica de 3 Años Para Nada', best seller.
Diego, a pesar de su aparente actitud cero conflictiva casi de busto parlante capaz de llevar en una oreja un pendiente de la línea de Anabel Pantoja y en la otra uno de la de Belén Esteban (para evitar malos rollos), ha sido un chico muy malo según su pareja durante estos tres años de relación previos al reality. Lola ha tenido que ver actitudes un tanto sospechosas en su novio 'James Lover' (con este nombre artístico lo dice todo el chaval): que si un videoclip a lo Maluma en rebajas ('Felices los 3') con dos chicas que se pegaron más que unos pies al suelo pegajoso de una discoteca, que si mensajes directos en Instagram con algunas loquis que le enviaban comentarios 'guarrindonguis' y fueguitos...
Pero Lola no se iba a quedar en casa esperando, tocándose la pepitilla y viendo 'Ya es mediodía'. No, nada de eso. La exviceversa debió instalar en su biblioteca llena de libros que no ha leído una puerta secreta para montarse un centro de operaciones donde poder investigar los tejemanejes de Diego con las susodichas. Atentos a los elaborados planes de 'La Profesora' (spin-off de 'La Casa de Papel') para pillar a Diego con las manos en la masa (que tendría mérito en caso de ser la cabeza parlante de 'Art Attack', ya que no tiene extremidades).
"Una vez vino con su coche hasta mi trabajo. Aparcó, cogió el móvil de mi guantera y se puso morada. Hablaba a mis amigos haciéndose pasar por mí", ha relatado Diego James Lover compartiendo con sus "shavales" (como se hicieron llamar el otro día los cinco 'One Direction' de Matalascañas ) las grandes locuras que ha hecho su novia guiada por el GPS de los celos.
Pero esto solo fue el primer golpe, y es que Lola (que ya sabemos que le pondrá los cuernos a su novio) suplantó la identidad de un personaje inventado para, a través de una cuenta de Instagram fake muy verosímil, enviarle a Diego fotos muy 'hots' (calientes) y analizar cuál era su reacción: "Se hizo un perfil falso y empezó a mandarme fotos haciéndose pasar por una chica", ha seguido contando el extronista. ¡Anda, como la Pantoja, que también es voyeur en redes sociales según su hijo! Vaya, que la pareja se ha sometido a un entrenamiento de alto rendimiento antes de entrar en 'La Isla de los Zorrones'.
