Nuestras madres siempre nos han dicho eso de "si no sabes, pa' qué te metes". Pero a Anabel Pantoja esta advertencia le dio igual y allá que se metió en alta mar con su tabla de surf... Y acabó pasando lo que acabó pasando.
Porque la Pantoja quería sumar a su currículum de "habilidades" la de hacer surfista. Pero es que el mar es muy traicionero, amiga. Que nosotros desde que vimos la película de 'Tiburón' ya no nos fiamos ni un poquito.
Lo que comenzó con esta foto tan bonita, sentada en la playita, mirando al mar... Acabó en tragedia.
Porque en este momento lo que menos se imaginaba es que acabaría la sesión de deporte con la pierna como la pared de un pisito de nueva construcción: toda repellada en yeso.
"Un traspiés lo tiene cualquiera, yo no iba a ser menos...", escribe. Así nos gusta, chica, a tomarse la vida con filosofía. "Esto solo hace motivarme para seguir luchando por aprender", asegura. Aunque aquí, fíjate tú, nosotros no compartimos opinión. Que a nosotros nos pasa esto y nos falta tiempo para poner en venta la tabla de surf por Wallapop.
Pero ella misma ha bromeado sobre el tema, asegurando que "seguiré con el padel surf, porque el surf se me ha quedado grande". Claro que sí, que es mucho más tranquilito. Además, ahora que te ha dado por el yoga te puedes poner encima de la tabla a hacer tus posturitas, que eso se ha puesto muy de moda (en Instagram, porque nosotros no hemos visto a nadie haciéndolo en Benidorm).
La broma acabó en una rotura de peroné de la que hoy, lunes 19, tendrá que operarse. Deberá contar con entre cinco y seis semanas de reposo, así que ahí tiene la excusa perfecta para tomarse unas vacaciones de 'Sálvame'. Si es que al final todo tiene su lado bueno, Anabel, solo depende del punto de vista con el que lo mires...
