Si es que estas cosas pasan por no comprarte el vestido de Pronovias de la temporada pasada, que es lo que hace todo el mundo y chimpún, ningún problema. Pero no, Ana María Aldón, cuando celebró su boda con José Ortega Cano quiso un vestidito de novia de diseñador... y la acabó liando. Y ahora le va a tocar pagar.
Más concretamente, y según informa la revista 'Semana', la cantidad de 4.800 euros al verdadero diseñador del vestido, Emilio Salinas. La mitad de lo que él en un principio pedía a la Aldón.
Pero, ¿por qué esta condena? ¿Qué sucedió? Pues para ello debemos montarnos en nuestra máquina del tiempo y viajar al 2018 (qué recuerdos, cuando aún nos podíamos escupir en las caras sin problema...). Ese fue el año de la boda de la Aldón y Ortega Cano.
Para el evento, Ana María habló con Salinas para que él fuera el encargado del diseño del vestido. A cambio, ella le mencionaría en la exclusiva que tenía con la revista '¡Hola!'. El diseñador aceptó pero, llegado el momento... ¿alguien se acordó de él? Sí, probablemente, pero desde luego que esa persona no fue Ana María Aldón.
De hecho, cuando desde la revista le preguntaron por el vestido, ella aseguró que el diseño era suyo. ¿Despiste? ¿Morro? No sabemos. Vamos, que es como cuando te compras un vestido en el chino de tu barrio y dices que es de El Corte Inglés... Bueno, tampoco sabemos si este es el símil más acertado, pero te haces una idea.
Los 9.500 euros que Emilio pedía en un primer momento correspondían al precio que debía pagar la Aldón por dos vestidos que él le había regalado a cambio de la publicidad... que nunca llegó.
Aún así, y al no ser una condena firme, los abogados de Ana María podrían pedir una rebajita del precio a pagar o incluso que se desestimara el pago.
¿Qué aprendemos de esto, queridos lectores? Además de que robar ideas no está bonito, claro. ¿No? ¿No lo sabes? Pues la verdad es que nosotros tampoco, para qué engañarnos.
Fotos | gtres
