Ana Morgade está más happy que nunca y con motivo. La humorista ha puesto punto y final al infierno que vivió con un acosador que empezó a atosigarla por redes sociales, llegándose a trasladar tanto a su casa como a su lugar de trabajo y haciendo que esta cambie de vivienda presa del miedito máximo.
Los hechos fueron denunciados por la colaboradora de 'Zapeando' en el 2019 tras recibir una infinidad de insultos y amenazas por parte del susodicho en sus respectivas redes. A raíz de ahí, la cosa se puso telita de chunga y el denunciado se llegó a plantar en el hotel de Pamplona donde se alojaba la cómica durante su gira de 'Conductas Alteradas': "Dada la insistencia y reiteración del acoso realizado por el acusado, se alteró gravemente el desarrollo de la vida cotidiana con desasosiego de la víctima (...). Le enviaba contenidos amenazantes y humillantes, no propios de un fan o seguidor de un artista al que admira", reza en la sentencia.
Según salsea 'Semana', el acosador intentó acercarse a Morgade al presentarse en la inmediaciones de 'La Sexta' donde ella colaboraba en un conocidísimo programa y, por si te ha parecido poco, este también puso rumbo a las representaciones teatrales de la actriz en Pamplona, Vitoria y San Sebastián en las que le envió un ramo de flores invitándola a tener una cita con él: "Se dedicó a seguir sus pasos, lugares que frecuentaba, y acudir a sus representaciones teatrales varias veces, y al menos en tres ciudades dejar mensajes intimidatorios y lesivos en las redes sociales, haciendo ver a la denunciante que conocía dónde y cuándo se desplazaba, convirtiéndose en una especie de sombra indeseada", desveló la jueza encargada del caso en declaraciones recogidas por 'Week'.
Finalmente, nuestra Anita ha dicho ciao pescao a este drama y puede respirar tranquila ya que la justicia ha dictado sentencia y le ha regalado al fucking acosador una condena de prisión de seis meses y una multa de 3.600 lereles además de la prohibición absoluta de acercarse a la intérprete durante los próximos cinco años. Así que, como diría Belén Esteban, hasta luego Mari Carmen.