Nuestro amando Keanu Reeves se ha ganado a pulso su hueco en el podio de los actorazos mejores cotizados del globo terráqueo con peliculones de la talla de 'The Matrix', 'Constantine' o 'Speed' gracias al porte y poderío que luce en pantalla. Ahora, se encuentra en plena promo de la cuarta entrega de la saga 'John Wick', ofreciendo múltiples entrevistas que nos han dejado un sinfín de titularacos.
Sin ir más lejos, el intérprete ha parloteado largo y tendido con 'Wired' rememorando datos curiosos de su carrera como el del personaje que se preparó viviendo en la calle y que finalmente no vio la luz: "Ahora conozco el verdadero lujo de una noche de sueño reparador en una cama suave, en una habitación cálida y tranquila", comenta sobre su anécdota de homeless.
Si hay algo que inquieta, atormenta y perturba, como anuncia Lady Horóscopo, Esperanza Gracia, a Keanu, son los llamados "deepfakes", es decir, efectos empleados para distorsionar una imagen digital, llegando incluso a rejuvenecer, evejecer o intercambiar las caras de varios individuos durante la edición: "Da miedo", advierte la estrella de cine, haciendo mención a que siempre incluye una clausula en sus contratos donde se niega a utilizar tal técnica:
"Sí, digitalmente. No me importa si alguien me quita un parpadeo en el proceso de edición, pero hace tiempo, en los primeros años de los 2000, o puede que en los 90, me cambiaron una actuación. Me añadieron una lágrima en la cara, y fue como: 'Ya ni hace falta que yo esté aquí'".
Eso sí, Reaves es consciente de que, de una manera u otra, su rostro acabará recibiendo la chapa y pintura de este sistema: "Lo frustrante de esto es que perdemos nuestra agencia. Cuando actúas en una película, sabes que te van a editar, pero estás participando de ello. Si entras en el terreno de los "deepfakes", ya no tiene nada que ver con tus puntos de vista. Eso da miedo", zanja.
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