Como ya avisamos hace unos días, el joven actor de 'Crepúsculo', Robert Pattinson iba a participar en la gala de entrega de los premios Oscars. Y así ha sido. Pattinson ha brillado a su paso por la alfrombra roja, muy aclamado y siendo el actor "novel" en estos menesteres que más atención mediática logró. Sin duda, se puede calificar de enorme acierto a los organizadores por contar con él, a pesar de su aún escasa aportación al cielo estrellado de Hollywood, Pattinson aportó su presencia, elegante pero sin perder su aspecto informal (esa barba y ese peinado que tanto le caracteriza), además de presentar un sentido homenaje a los romances cinematográficos del año.
Le acompañó en el escenario la joven actriz Amanda Seyfried (que también ha saltado al estrellato recientemente por 'Mamma Mia!'), para dar paso a uno de esos divertidos, veloces y hábiles montajes habituales en la ceremonia, que suelen elevar la emoción de los presentes y de los millones de telespectadores. Ciertamente me sorprendió Mr. Pattinson, y a pesar de que todavía le queda mucho para convencer como gran actor, lo cierto es que su futuro es más que prometedor y de seguir así, es muy probable que lo volvamos a ver en sucesivas ceremonias de los Oscars.
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