Los ricos también lloran. Concretamente, Orlando Bloom, debe estar llorando los 500000 dolares en joyas (incluidos dos relojes de lujo) que le robaron de su casa en Hollywood ayer mientras él estaba en Nueva York. Parece ser que no fue una banda de albano-kosovares como las que asolan los barrios residenciales de las costas valenciana y catalana sino que, a pesar de su tosquedad (entraron rompiendo una ventana), ha sido un golpe planeado desde dentro.
Horatio Cane y Gil Grissom ya han tomado todas las huellas y datos de la escena del crimen. Mientras tanto, el bueno de Bloom debe estar enjuagándose las lagrimas en el regazo de Miranda Kerr. Quién pudiera llorar como un rico...
Vía | TMZ
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