Mira que siempre me ha gustado Richard Gere, sobre todo cuando empezó a tener esas canas tan sexys. Sí, soy de otra generación, está claro, y me tienen que ir los maduritos de melenas plateadas en lugar de los jóvenes imberbes. Claro, que después de ver estas imágenes que tenéis sobre las líneas me da que me tengo que replantear muchas cosas...
Vamos, que entre el rubio pollo de ayer de Johnny Depp y semejante pinta de Richard Gere no me paran de caer mitos, qué queréis que os diga. Me destrozan el líbido de una forma que nunca pensaba, y es que hay que reconocer que la pinta que le han puesto al actor con esa "melenilla" blanca, las gafas y el fular, hacen que se convierta en el antídoto de toda lujuria.
Efectivamente, se debe a una película, 'Franny', lo cual hace que tome una buena bocanada de aire, pero aún así, qué fue del seductor, del machote... madre mía, el cine igual que crea, destruye.
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