No es ningún descubrimiento que Nicole Kidman tiene un serio y muy grave problema con el botox, es más es vox populi, ella misma lo ha reconocido en más de una ocasión. De hecho declaró que no lo volvería a usar nunca, no sé yo, pero creo que antes de empezar el año te has dado algún que otro chute, a las pruebas me remito. El problema de todo esto, es que si encima te pones a compartir pantalla con una marioneta, y teniendo en cuenta que las comparaciones son siempre odiosas, uno puede comprobar que ella y el puppet tienen la misma expresividad facial, es decir, ninguna…
No es por ser mala persona o criticón, que no se me malinterprete pero es que personalmente disfruto mucho con las interpretaciones de la actriz, que se le da bien la comedia tanto como el thriller, vamos que es muy ecléctica. Y por eso mismo porque me gusta como actriz, me da pena que su rostro esté, como se suele decir, más tieso que una vela. En el último film que vi de ella ‘Sígueme el rollo’ (Just go with), de este mismo año, hacía un papel comiquísimo, y su cara la verdad, no trasmitía nada ni frio ni calor, y mira que ella es consciente y fuerza los movimientos faciales, pero yo creo que sus músculos ya no responden muy bien, los de su cara por lo menos están dormidos.
La parte buena de esta última colaboración de Nicole con ‘Barrio Sésamo’, en la que ella y Oscar (su amigo peludo) explican el significado de la palabra ‘stubborn‘, que significa cabezón, testarudo, tozudo, es que si ningún director la quisiera contratar para ningún papel, tendría su hueco como colaborada habitual del ‘Sesame street’. En fin Nicole aplícate el cuento y no seas tan testaruda con la toxina butolímica, que la arruga también es bella.
Vídeo | Sesame Street
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