Ya os dije hace un tiempo cuales eran mis cinco razones por las que no me importaría para nada reencarnarme en Madonna y las sigo manteniendo a día de hoy aunque, si se me permite, podría añadir cada día que pasa alguna más a la lista: definitivamente, ser Madonna en un mundo como el actual solo son ventajas y privilegios. Y no me refiero a que nade en la opulencia o que se permita el lujazo de salir con maromos veinte años más jóvenes que ella (que también son buenos motivos), sino porque creo que es el ejemplo más claro de uno de los refranes más sabios de esta nuestra patria:
"Cría fama y échate a dormir"
¿Por qué? Pues porque solo alguien como Madonna puede permitirse el lujazo de irse a Paris con sus churrumbeles, hospedarse nada más y nada menos que en el hotel Ritz (que no estamos hablando de pensiones Manoli sino de un sitio que puede costarte la habitación el sueldo de un mes a no ser que seas Madonna) y salir de él para dar un garbeo nada más y nada menos que en chándal. Porque a ver quién es el guapo que le dice a Madonna que no salga así por las calles parisinas.
Ella quería estar cómoda para el rodaje de su nueva peli (sí, como lo ois, se estrena como directora de cine con 'W.E') y decidió que ese día dejaba los tacones en la habitación y se ponía mejor el chándal para ir a trabajar. Lo dicho, ¿quién se pone un chándal para ir a trabajar a no ser que te dediques a la tele-tienda desde casa? ¿Quién baja a desayunar al Ritz con la chaqueta de salir a sudar el sobaquillo? Pues Madonna, quién si no.
Fotos | Absolumentmadonna.fr
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