Seguimos con las alfombras rojas y esta vez le toca el turno a los maromos, que aunque no lo parezca, en estos Globos de Oro 2012 también han sabido como vestirse para la ocasión y hacer gala de sus mejores dotes combinando o, en el peor de los casos, pasarse el número de sus estilistas por si el resultado final no ha sido todo lo satisfactorio que esperábamos. Sea como sea, mucho quesito suelto en esmoquin que no podemos dejar pasar. Manos a la obra.
Leonardo DiCaprio nos ha venido hecho un pincel, para que vamos a engañarnos. Con un esmoquin de Giorgio Armani ha sido de los tíos buenos de la alfombra roja. Y mira que a mí nunca me ha caído en gracia pero es cierto que según pasan los años, va ganando más y más.
Hablando de ganar con los años, esto más que una alfombra roja parece un muestrario de vino gran reserva, porque hay que ver como se conserva en personal. El siguiente en la lista es Brad Pitt, que con su esmoquin de Tom Ford y esa mujer que se ha llevado bajo el brazo, no hay quien haga carrera de él.
Gerard Butler es otro de los que nunca decepciona. Sus aires rebeldes, esos ojitos de perro pachón… vamos, que deja a todo el mundo encadilado. Y no solo eso, sino que además como sabe que tiene percha y que se ponga lo que se ponga le va a quedar bien, saca partido de la situación y se nos viste así para la ocasión. Monumental, un quesito de toma pan y moja.
Luego los hay con percha que se pongan lo que se pongan raramente desentonan. Ese es el caso de George Clooney, que ha elegido un esmoquin de Giorgio Armani y una mujer a su izquierda que también es digna de caerse uno de espaldas mientras la contempla. Una pareja de poco equilibrio, vamos.
Adam Levine... madre del amor bendito. Desnudo hubiese ganado más, no me cabe duda, pero con ese Tom Ford que nos lleva puesto, esa barbita y esa gigantesca pajarita tengo que decir que como todo lo tenga del mismo tamaño habría que plantearse muy seriamente condecorarle como uno de los cachondos de este nuestro planeta.
Ewan McGregor es de los pocos que se ha atrevido con la corbata en el evento y ha pasado de la pajarita. Si ya lo sabía yo que este chico tenía madera de rebelde, claro que sí. Se lo pude en Moulin Rouge con esa cara de bohemio inconformista y desde entonces nunca ha decepcionado.
Porque luego hay otros como Viggo Mortensen que decidieron en su momento que ellos iban para divertir al personal y, a la vista de su corbata, eso es lo que se propone hacer: Si con esa corbata no consigues sacar alguna carcajada, no lo intentes con los chistes por que no funcionará.
Eso o ponte a comer en la misma mesa que Matt LeBlanc que entre los dos seguro que algo conseguís: entre tu corbata y su esmoquin creo que os habéis ganado el título de los payasos del sarao, di que sí.
Menos mal que aquí está mi Ryan Kwanten para hacernos todo mucho más llevadero. Que él eso de ponerse a buscar en el armario para ver que se pone no lo lleva muy bien, el es más de vaqueros y camiseta que lo sé yo. Pero como sabe que tiene a todas/os poquitos y que a poco que se ponga ya va apañado pues… he aquí el resultado.
Y ya, para ir acabando, nos vamos con uno de los pipiolos de la noche, Chris Colfer, que no sé yo si este chaval sabía hace un par de año como conjuntar esmoquin y pajarita pero a base de premios y festivales como este, no le ha quedado más remedio que aprender para no quedar mal delante del personal. Y mira tú lo rápido que ha aprendido nuestro pequeño saltamontes…
Fotos | Getty y Twitter de los Golden Globes
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