La noche de ayer volvió a ser una noche especial en Londres. Si bien la semana pasada hablábamos de los premios de la música y de su horripilante alfombra roja, la cosa cambia cuando tenemos que hablar de los premios de cine y televisión, los BAFTA. Celebrities nacionales e internacionales se reunieron para premiar a lo mejor del año, sobre todo a lo británico, claro está y como bien se encargaron de recalcar varias veces en la retransmisión de la BBC, por si quedaba alguna duda.
Pues sí, ahora toca ver lo más sobresaliente de la gala, sobre todo lo que se refiere a uno de los premiados que a mi me ha dejado de una pieza, muerta matada completamente…
Y es que Kristen Stewart se haya alzado con el premio a la mejor actriz revelación por su papel en ‘Luna Nueva’ y en general por su trayectoria (no sólo por esa), no deja de sorprenderme enormemente. No digo que sea mala, es que es peor, es como pegar a un padre con un calcetín sudado, y aún así se llevó el galardón pasando por encima de otros como Nicholas Hoult, Jesse Eisenber, Tahar Rahim y Carey Mulligan. Anonadada me hallo en todos los sentidos, poproseros, yo sigo pensando que alguien le estaba gastando una broma al mundo del cine…
Pero no sólo ella estuvo en representación de ‘Crepúsculo’. No, Robert Pattinson también hizo acto de presencia acaparando todas las miradas y rumores, demostrando que sabe usar la maquinilla de afeitar y por fin ha acabado con esa barba tan poco favorecedora, aunque, sintiéndolo mucho, sigue haciendo gala de su animadversión al champú y a un peine… ¡y yo con estos pelos! También estuvo Anna Kendrick y la nueva parejita de moda Bonnie Wright y Jamie Campbell Bower, tan sonriente como cabía esperar.
Pero bueno no fueron los únicos, también tuvimos a parte del elenco de ‘Un hombre Soltero’, con Tom Ford a la cabeza y dos de sus protagonistas, uno de ellos, Colin Firth se llevó el premio a la mejor interpretación masculina y mi querido Nicholas Hoult (me encanta como actor), como ya he dicho, se fue con las manos vacías.
Carey Mulligan fue la que se alzó con el premio a la mejor actriz, muy merecido, acudió sola y monísima de la muerte, por algo es una de las nuevas promesas del cine. Kristin Scott Thomas muy elegante (y a mi que inevitablemente siempre me recuerda a Maribel Verdú y n o sé porqué) y Vera Farmiga que me encantó con ese vestido blanco, pero es que ella es tan guapa que ya tiene el trabajo casi hecho.
Claire Danes y Audrey Tautou guapísimas, aunque los zapatos rojos con el vestido fucsia no me acaba de convencer. Eso sí, el modelo de Olivia Williams, lo siento pero no.
A estas tres las he englobado en la categoría “por los pelos”, todos sabemos por dónde van los tiros…
Parejas felices también se pasearon por la alfombra como la de Jonathan Rhys Meyers y su novia Reena, Clive Owen y su mujer con pinta de monja o Mickey Rourke (con esa coletilla samurai) y su pedazo de novia que no se lo cree ni él.
Hasta representación de la Casa Real tuvieron con el Príncipe Guillermo saludando a diestro y siniestro como el nuevo Director de la Academia de Cine Británica que es... Y pensar que los Goya no fueron nuestros Príncipes…
Y para acabar, lo haré con Kate Winslet fiel a su negro, muy elegante aunque un tanto aburrida para mi gusto y la pareja de madre e hija de Vanessa Redgrave y Joley Richardson, donde la primera también se alzó con premio.
Como podéis comprobar aquí reinó más el buen gusto, pero es lo que tiene, que los premios de la música son para dar el cante y aquí para lucir glamour. Ahora la siguiente estación son los Oscar, qué nervios.
Fotos | Zimbio
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