En la actualidad, Sylvester Stallone y Arnold Schwarzenegger son grandes coleguis que comparten su afición por los batidos de proteínas y por sudar la gota gorda en el gym. Sin embargo, hubo un tiempo en el que estos Kiko Matamoros y Rafa Mora no podían verse ni en pintura.
La guerra se originó en la década de los ochenta y principios de los noventa cuando ambos capitaneaban los filmes en los que un vigoréxico salvaba la humanidad a golpe de puñetazo.
Así lo ha relatado el prota de 'Rocky' en una entrevista para 'Forbes'. El intérprete de 76 tacos lució palmito en emblemáticas sagas del cine como es el caso de 'Rambo', al igual que el ex gobernador de California con 'Terminator', dando lugar a que se incendiara una "feroz competencia" entre los fortachones.
La situación alcanzó tal nivel de resquemor que, tal y como cotillea el propio Stallone, llegaron a odiarse mutuamente durante esos años: "Nos detestábamos inmensamente, no nos caíamos bien. Éramos… Esto puede sonar un poco vanidoso, pero creo que éramos pioneros en un tipo de género en ese momento y realmente no se ha visto desde entonces. No podíamos soportar estar juntos, en la misma galaxia" confiesa.
"Entonces, vino la competencia, porque es su naturaleza. Él es muy competitivo y yo también, y pensé que en realidad ayudó, pero fuera de la pantalla aún éramos más competitivos y eso no era algo saludable en absoluto", explica Sylvester, dejando clarinete que ahora se lleva a las mil maravillas con el que fuera su enemigo del alma: "Nos hemos vuelto realmente buenos amigos", sentencia.