Demi Moore es al Twitter como Santa Teresa de Calcuta a la causa religiosa: las dos han encontrado una vía a través de la cual se sienten realizadas y pueden ayudar al prójimo y no van a cesar en su empeño de lograrlo. Con la diferencia de que Demi Moore lo hace sin moverse de casa, que es más cómodo la verdad. Es la nueva Santa Moore del pajarillo (por lo de Twitter, más que nada).
Al parecer, Demi Moore leyó el mensaje de un joven de 18 años en el que declaraba que no quería seguir viviendo en su página de Twitter:
"He complicado demasiado mi vida y voy a ahorcarme en el árbol que hay junto a mi casa. No tengo motivos para vivir"
decía el mensaje de Jeremy Lynch, un chaval de Casselberry, Florida.
Entonces Santa Moore se puso en acción. Se cercioró de que no se trataba de una broma (ya me diréis como a través del Twitter distingues si se trata de una broma o no... pues ella lo consiguió) y cuando estuvo bien segura para no meter la pata no lo dudó un segundo y lo puso en conocimiento del sheriff del Condado de Seminole, que efectivamente se acercaron a la casa del chaval y evitaron lo peor.
Pero no es la primera vez que hace algo así. En abril del año pasado, Moore consiguió salvar la vida de una mujer de 48 años que residía en San José (California) y que también había manifestado sus intenciones de suicidarse vía Twitter (sin comentarios...) y salió en todos los periódicos, le felicitaron, le dieron las gracias... así que parece ser que le ha cogido gustillo y ha vuelto a repetir. Veréis como de aquí a nada monta un consultorio.
Vía | 20 minutos
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