Poproseros, no levantamos cabeza. Si hace nada decíamos adiós a George Michael, hoy le toca el turno nada menos que a Carrie Fisher, nuestra queridísima Princesa Leia. 2016 al final va a pasar a la historia por la cantidad de veces que todos nos hemos lamentado en Twitter de haber perdido a uno de nuestros actores, actrices, cantantes o personajes favoritos a lo largo de estos 12 meses.
Un infarto en el peor momento posible
Hace pocos días nos enterábamos de la primera noticia. Carrie sufría un infarto en un avión, poco antes de aterrizar en Los Angeles. No llegamos a conocer casi detalles sobre la situación, sólo algunos rumores que apuntaban a que había estado varios minutos sin oxígeno debido a la parada cardiorrespiratoria, pero que por suerte, había entre el pasaje un EMT (un técnico sanitario) que pudo administrarle reanimación cardiopulmonar hasta que el avión, finalmente, tocó tierra.
Allí esperaba la ambulancia y no tardamos en enterarnos de lo difícil de la situación de la actriz. Su hermano salía a dar la cara e informar, en la medida de lo posible, de la situación de Carrie, de 60 años. Estaba en la Unidad de Cuidados Intensivos, en estado crítico pero estable. Ahí había que leer entre líneas, y es que como un usuario de Reddit decía, lo único que aquello significaba era que no estaba muriéndose activamente. No eran buenas noticias, pero como siempre, uno se aferra a la esperanza.
Constantemente, en las pocas —y pacientes— entrevistas que concedió su hermano, siempre hablaba de que todos rezáramos por ella, y de que estaban esperando el mejor resultado. Sin embargo, las constantes alusiones a que no se sabía nada y a los rezos hacían pensar que quizá, la situación no era la que todos hubiéramos deseado. Y pocos días después se ha confirmado lo peor.
La confirmación ha llegado de la mano de un representante de la familia, que hablaba en nombre de la hija de Carrie, Billie Lourd — a la que conoceréis si veis 'Scream Queens'—.
Con gran y profunda tristeza, Billie Lourd confirma que su querida madre Carrie Fisher ha fallecido a las 8:55 esta mañana. Fue amada por el mundo y será echada de menos profundamente.
Una vida difícil fuera de la pantalla
Carrie Fisher estaba en un gran momento profesional. El renacer de la saga de 'Star Wars' la había colocado de nuevo en primera línea y, qué narices, la echábamos de menos. Echábamos de menos su sinceridad descarada cuando dijo que le habían pedido que adelgazara para volver a encarnar a Leia y poco menos que les contestó con una peineta. Echábamos de menos su presencia en la gran pantalla, y esa química que las décadas no habían apagado entre ella y Harrison Ford —y que ella misma afirmó, hubo también fuera del set de rodaje—.
Pero lo cierto es que la vida de Carrie no fue fácil. Alcohol, drogas y problemas de salud mental fueron tres grandes lastres contra los que peleó y a los que ganó batallando a lo largo de sus años de juventud y de madurez, pero de los también que arrastró secuelas en su salud física. Una cosa está clara, y es que Carrie ha pagado con creces los errores del pasado, yéndose tan pronto y en un momento tan bueno de su vida.
Sólo queda decir, poproseros, que la echaremos de menos, y que para nosotros, siempre será la Princesa Leia. Que la Fuerza te acompañe, Carrie, allá donde estés.
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