Siento deciros que estoy sufriendo un ataque de vergüenza ajena que inhunda todos y cada uno de los poros de mi piel. Pronto entenderéis por qué.
Miley Cyrus se ha dejado en ver en primerísima fila del último desfile de moda en el que participaba su nuevo supuesto e inseparable novio Justin Gaston. Tan jovial y divertida como siempre, Miley aprovechó el momento para hacer carantoñas a su chico y dejar imágenes como la que véis arriba, en la que deja ver toda su lengua en una pose cuyo adjetivo más apropiado estaría a pre entre grotesca y muy X, aunque bueno quizá le estuviera diciendo que tenía regaliz entre los dientes o me río de ti a la cara y en público (ahí te resbales y te caigas…).
Sin embargo eso no es lo que realmente me ha causado un momento de shock, sino ver a la propia madre de Hannah Montana haciendo el mismo numerito que su niña, es decir, esos sí que es perversión pura y dura. Un momento para recordar olvidar.
Sí lo reconozco me apiado de él, no sólo tiene que aguantar que le vistan de prototipo de enano irlandés que sólo le faltaba la marmita con monedas, sino que tiene que ver cómo su “suegra” se pone bobona a su paso. Pobre criatura, qué vergüenza, lo que va a tener que aguantar en los conciertos. Porque sí, el nene es cantante también…¡qué polifacético!
El caso es que una vez que conseguí borrar esa imagen de mi cabeza vi el siguiente vídeo donde se reproduce todo de nuevo y con más detalle. Aunque lo realmente importante es también oír cómo proclama su casta y pura amistad por la artista. Ese “sólo somos amigos” nunca ha sido menos creíble, porque igual para ella sí, pero para ti es un chollo tremendo que gracias a su fama chupas del bote como el que más. Pero que conste que el chaval es un quesito, una cosa no quita la otra.
Vía | Just Jared
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