Claro, y alguno todavía creerá que la genética de todos nuestros famosos es la que los convierte en seres superiores... Pues nada más lejos de la realidad, que en algunos casos sus padres hayan podido darles unos genes de los que estar bien orgulloso no significa que no requieran de ciertos cuidados para perpetuar el atractivo.
¿Y cómo? ¿Cuáles son las fórmulas mágicas a seguir? Pues la verdad, creemos que en la mezcla de muchas está la clave. Y a cada celebrity le funciona lo suyo, o si no le funciona al menos en la autosugestión estará la clave. Aquí os van algunos ejemplos:
Paulina Rubio, Penélope Cruz, Madonna, Nicole Kidman y Halle Berry no pueden pasar sin sus horitas semanales de pilates o yoga, para relajar y tonificar su masa muscular y algún que otro rinconcito de sus almas para reforzarse no sólo exteriormente.
Kate Moss apuesta más por soluciones menos profesionales y al alcance de casi todos: dormir sus ocho horitas, aportar más pescado que carne a la dieta, llevar siempre una botellita (de agua... ¡malpensados!) cerca para beberse sus dos litritos diarios (y si hace falta echárselos por encima para así evitar quemaduras en la playita), estar hidratada día y noche también con cremitas corporales... vamos, que no se le pasa una.
Las no tan jovencitas Gwyneth Paltrow y Demi Moore se apuntan a métodos más chic&cool con cosas tan ridículas extravagantes como productos elaborados a partir de veneno de víbora para tener la piel más tersa o el uso de sanguijuelas para lucir una piel perfecta.
En fin, que tenemos para todos los gustos. Aunque sigo flipando con aquel tratamiento que se nos había dado la C.Z. Jones con el caviar para su cabellera. ¿Se os ocurren más aportaciones para el cuidado de nuestros famosos? Yo ya casi estoy por montar una ONG...
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