Tan impactante como inesperado: mientras la famosa cantante de 42 años realizaba las típicas pruebas de sonido ayer de noche antes de su concierto en Montreal, comenzó a sentirse mal repentinamente y poco después era llevada al hospital de esa misma ciudad.
Ha estado bajo observación médica, no tenemos muchas noticias más concretas sobre el motivo de la hospitalización, no era el primer concierto que posponía o anulaba en los últimos días y ya se empieza a especular sobre si la razón alegada (limitaciones de producción) pudiera tener que ver con su estado de salud.
El caso es que a penas duró unas dos horas dentro del hospital, el Royal Victoria, y a juzgar por las declaraciones de su representante pudo deberse al extremo cansancio que padece la cantante:
"Está definitivamente cansada. Probablemente se debe a que está exhausta. Hace conciertos cada día, espectáculos de tres horas y su cuerpo no es el mismo que solía ser"
Pues nada, todo ha quedado en un susto. ¡Date unas vacaciones tú que puedes, que si no tienes 20 añitos ya quisiera yo llevar los míos como tus 42! Eso sí, con más calma que en tu próximo concierto en Boston te queremos pletórica.
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