Amy Winehouse pone un circo y le crecen los enanos, los tigres se le amansan y la trapecista se le desnuca. En fin, que eramos pocos y parió la abuela. Ahora que parecía salir a flote tras una pequeña temporada en rehabilitación y adornar la chimenea de su nueva casa con 5 Grammys, va y se le pone esta cara de pepona por lo que parece ser una afección de la piel de nombre "impetigo", altamente contagiosa. Esperemos que se recupere pronto que parece ser que ha sido reclamada por Louis Vuitton para actuar en una fiesta en Paris.
Vía | Dlisted
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