A Kylie Minogue no le importa posar con camisetas mojadas ni contonear su cuerpo para vender música. Pero si se trata de vender sexo la cosa cambia. La cantante ha demandado a un club de estriptis por utilizar una fotografía suya para promocionar el local. Por lo que parece, al dueño se le ocurrió poner la erótica imagen de Kylie en el exterior de su club para atraer a los clientes. Los abogados de la cantante ya lo han demandado, pero el dueño del club afirma que cogieron la foto de Internet y que ni siquiera cree que sea de la australiana. Dejando a parte el litigio, lo que me parece gracioso es que se pueda usar la portada de un disco para promocionar sexo. Eso dice mucho de la estrategia del márketing musical para llamar nuestra atención, ¿no creeis?
Imágen del poster y el enfadado dueño del local tras el corte.
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