Quien cree que la jet set y el glamour está marcado por el "bienquedismo" es porque no conoce a Boris Izaguirre. El amigo de Tamara Falcó le ha plantado cara tras escuchar sus palabras en la conferencia ultracatólica en la que hizo de ponente en México y no se ha quedado corto. El presentador y escritor le ha hecho un traje, con mucho gusto y elegancia (eso siempre), a la hija de la Presyler en su columna de 'El País', 'La paradoja del estilo'.
"A esos santos radicales no les importa que le cuelguen el sambenito de homófoba y aunque ella lo niegue, ese discurso lo es", ha comenzado expresando el venezolano animando a que sus amigos dejen de bailarle el agua y hagan crítica junto a ella como él está haciendo.
A diferencia de lo que hizo Juan Avellaneda, que defendió a su amiga, Boris se ha plantado contra ella: "En una suerte de esfuerzo mancomunado conseguimos alejar a Tamara del engañoso Íñigo Onieva. Ahora deberíamos repetir esfuerzo para alejarla de esa ideología odiosa que la rodea", ha continuado expresando en estas líneas.
Quien bien te quiere te hará llorar. Un amigo es el que, lejos de reírte las gracias, te hace pensar y te dice las cosas que no quieres oír. Al menos así lo vemos tanto Izaguirre como yo: "No es mi estilo sermonear, pero, si tuviera que decirle lo que pienso, sugeriría un alejamiento de las malas compañías y quizás una disculpa explicita. Puedes ser buen católico sin convertirte en ultra", ha zanjado Boris acerca de la actitud reprochable y las palabras tan llenas de naftalina de Tamara.
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