Ha vuelto a estallar la alarma de la tentación de 'La Isla de las Tentaciones' durante el segundo programa del programa de Telecinco patrocinado por 'Securitas Direct'. La jet set del mamoneo ha vuelto a República Dominicana dispuesta a ofrecernos garrafón del bueno en cuanto a tramas tróspidas se refiere. 'La Última Tentación' se presenta como el típico 'la última y nos vamos' pero, en vez de con copas, con las cagadas televisivas que personajes como Mayka y Andrea ya han demostrado que están listas para cometer, ¡y ambas con Óscar, el tentador vitalicio! ¡Qué profesionalidad!
Lo primero que hizo la profe Sandra Barneda el día del estreno del reality de los repetidores fue separar en dos pandis diferenciadas a los integrantes de las cinco parejas que han puesto en peligro su relación desde el minuto uno que bajaron del catamarán. Esta vez no fueron divididos en las villas por sexos (que van a tener y mucho), sino por el peligro que tienen. Por un lado los de Villa Playa, el equipo de los guarretes, que está compuesto por Fani Carbajo, Isaac Torres, Lester, Andrea y Mayka. Este big five compone el club de los infieles sistemáticos anónimos, el equipo titular nacional de cornamenta o cómo queráis llamarlos.
Por las esquinas (que es donde lloran), se halla el grupo que se va a centrar en exponer un trabajo sobre la composición de las lágrimas que van a derramar cada uno de ellos al ver el concurso de sus parejas a través de esa tablet que carga el diablo (no hace falta otro tipo de batería).
Me refiero al team de Villa Montaña compuesto por los dos desconocidos (Roberto y Álex), Lucía la sufridora (que ya ha estado a punto de abandonar al separarse de Lobo), Patri Pérez Iglesias (la casi embarazada pero no) y el pobre Christofer cuya misión en el programa se resume (hasta la fecha) en sufrir, temerse lo peor y consolarse los unos a los otros. Vamos, lo que viene siendo el paro, pero en vez del terreno laboral en el del mamoneo.
El nuevo sistema de activación de la luz de la tentación
Tal y como les comentó la maestra de ceremonias del rito de la infidelidad en el primer programa al grupo de los jaleosos, se ha actualizado el sistema operativo de la famosa luz de la tentación que reventó Manué en la anterior edición a base de no tener la manita relajá en ningún momento. En esta segunda entrega, por fin hemos resuelto este misterio: han sido los cinco del equipo de los bambis de Villa Montaña quiénes han establecido los límites que harán saltar la alarma.
De este modo, Roberto y Patri le han puesto como límite a Andrea y Lester el besarse con otra persona; Lucía ha dicho que no piensa tolerar ver en Isaac "juegos ni tonteos ni caricias"; Tristofer, el más exigente, no le pasará ningún tipo de complicidad con otro chico a Fani; y por último, Alejandro, le ha puesto como tope a Mayka cualquier tipo de contacto físico. Cualquiera de estos comportamientos en sus parejas activarán la luz de la tentación ¡en sus propias villas!
Anda que no tiene mala idea el programa... Cada vez que crucen alguno de estos límites, la alarma sonará a toda hostia en Villa Playa para que Fani, Mayka, Lester, Andrea y Lobo crean que pueden seguir dándole bola al libertinaje porque pensarán que son sus parejas, el bando de los buenecitos, los que han cruzado los límites. ¡Y a los pobres ni siquiera le han traído gente con la que pelearse!
Mayka y Andrea, las nuevas operarias de 'Securitas Direct'
Así es cómo ha ocurrido en el primer programa con la novia de Roberto, que ya se ha calentado durante la primera fiesta temática de indios y vaqueros (si se le puede llamar a eso "disfraces"). A alguno de los que tienen ganas de cobrar un extra por hacer caer a sus cuentas pendientes en la tentación se le ha ocurrido que era una idea estupenda jugar a la botella, que ha hecho llegar el clásico momento de pasarse un hielo con la boca (ya estaba tardando en aparecer esta constante vital del programa).
¿Los protas? Óscar, el del contrato de permanencia con la productora (además de con su compañía telefónica), y la princesita Andrea. Algo parecido le ha ocurrido a Mayka que, aunque le tenga puesto el ojo al new Pope Pablo (aquel niño de la escuela, el que no le gustaba ¿lo recuerdas? Y ahora cuando pasa dice "uh, nene"), ha sido fiel a las normas del juego y ha acatado la orden de dejarse que el rubiales malagueño le comiera el cuello, haciendo saltar por segunda vez en la misma noche la luz de la tentación.
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